LOS PRECIOS DEL PETRÓLEO ¿ARMA DE ESTADOS UNIDOS?

Juan Ramón Martínez

No es la primera vez que se hace uso de los precios del petróleo como un arma arrojadiza en contra de occidente. En 1973, la OPEP, respaldada por los países  europeos, estremecieron a occidente con el alza más considerable de los precios del petróleo. Desde aquella fecha, hasta ahora, las cosas han cambiado mucho. El mundo vió estremecido como los precios se dispararon; y quienes no tenían protagonismo en el escenario mundial, con el arma de los precios del petróleo, se hicieron con el poder de las economías de los países desarrollados. Venezuela y la Arabia Saudita, pasaron de naciones de segunda a grandes potencias, llamadas a mantener con los nervios de punta, cada vez que se reunían, a los gobernantes occidentales.

Ahora, en un vuelco inesperado, las cosas cambian de rumbo. El petróleo de la OPEP ya no marca el rumbo; y son los Estados Unidos, arrinconados en la crisis del 1973, quien devuelve el golpe, manteniendo los precios internacionales del crudo en un descenso que, ha puesto a temblar a las naciones mono productoras de crudo. Venezuela, Rusia e incluso México, comienzan a  sentir que el suelo se les abre cuando los precios internacionales del crudo, se mueven en una banda de los 70 a los 90 dólares por barril, cuando lo normal ha sido hasta junio de este año, que lo hicieran en una de 90 a 110 dólares.

Lo ocurrido, es explicable desde tres variables: una demanda tradicionalmente alta que se ha mantenido a la baja, una oferta estable porque ya no puede ser manipulada por la OPEP, en vista de la presencia significativa de Estados Unidos como productor de crudo; y el incremento del precio del dólar estadounidense, moneda de referencia.

Contrario a 1973, esta tendencia a la baja de los precios del crudo tiene efectos desastrosos para economía dependientes como el caso de Venezuela, Rusia y México. Y por supuesto también, efectos de carácter político internacional, en vista que Estados Unidos se convierte -- gracias a su presencia en los mercados mundiales-- como una nación preponderante, fuerte e impositiva. En pocas palabras, se ha dado vuelta a la tortilla; y el poder de Estados Unidos, volverá a imponerse desde la cúpula de mando de gran potencia económica, militar y política del mundo. Venezuela ha sentido el impacto geopolítico porque Estados Unidos es su gran comprador. Con una producción a la baja, Venezuela se enfrenta ahora con un economía que no depende de su crudo, porque EEUU tiene suficiente, debido a los incrementos en los pozos profundos y por el extraído desde el enquisto que, aunque costoso, es competitivo para sus fines. Rusia que pretendía poner de rodillas a Europa con su petróleo y su gas, se enfrenta con el hecho de la autonomía en petróleo y una menor dependencia en gas. Con lo que Rusia tendrá que disminuir su belicosidad en cuanto a Ucrania; o exponerse a sufrir otra crisis económica como la que le ocurriera en 1989. México por su parte, que ha abierto su economía estatal a la inversión privada, tendrá que postergar sus esperanzas, en vista que a precios actuales, las inversiones futuras no son tan atractivas.

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