MUCHO GOBIERNO, POCA CIUDADANÍA

Juan Ramón Martínez En la década de los setenta, mucho sosteníamos que la crisis centroamericana, no afectaría Honduras. Y, así sucedió. Nicaragua, Guatemala y El Salvador, vieron tambalear sus instituciones, modificar los regímenes gubernamentales; y, alterar las relaciones en el interior de sus sociedades. Honduras en cambio, salió de la crisis y mas bien, en 1980 inició un proceso de retorno de los regímenes civiles y democráticos. La explicación que entonces dábamos a tal singularidad era que, en el país, teníamos gobiernos pequeños, sensibles y auditivos de los sentimientos populares; y, que en el interior de la sociedad se habían creado varias estructuras de participación ciudadana –desde la base a la cúpula capitalina– que facilitaba un diálogo entre las necesidades, miedos y esperanzas de la población y un liderazgo que, todavía creía que gobernar era concitar el respaldo de la población. Hasta entonces, teníamos más ciudadanía y poco gobierno. Todavía, seguíamos hablando,...