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Mostrando las entradas etiquetadas como Partido Liberal

CONVENIO POLÍTICO ENTRE EL PARTIDO NACIONAL Y EL PARTIDO LIBERAL DE HONDURAS

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  Jorge Bueso Arias, candidato del PL Después de las exhaustivas y cordiales pláticas sostenidas ante el señor Presidente de la República, pláticas que pusieron en evidencia nuestro común anhelo de encontrar fórmulas salvadoras para resolver en un ambiente de unidad y concordia nacionales los difíciles problemas que plantea al pueblo hondureño la sucesión presidencial, hemos elaborado de manera conjunta, el presente Convenio: Comenzamos por felicitar sin reservas el espíritu de elevado patriotismo que anima la propuesta para la formalización de un PLAN POLÍTICO DE UNIDAD NACIONAL, que con fecha 8 de diciembre de 1970 fue presentado a ambos Partidos por el Excelentísimo Presidente de la República Gral. Oswaldo López Arrellano y los señores Representantes del Consejo de la Empresa Privada y de la Confederación de Trabajadores de Honduras. Las consideraciones vertidas en ese trascendental documento, así como las iniciativas que presenta para la estructuración de un gobierno de verdadera y

EL PARTIDO NACIONAL, ¿GIRO A LA IZQUIERDA?

Juan Ramón Martínez. El país no solo requiere frenar la violencia y poner a los delincuentes en su lugar. También está urgido de imponer el orden en el interior de la clase política, para que ésta renuncie de una vez por todas al ejercicio de la desobediencia a la ley, a la vocación caprichosa de los caudillos y a la obscura creencia que los objetivos individuales o grupales, están por encima de los intereses nacionales. Por ello, cuando los liberales anuncian y ponen en marcha un proceso de unidad, respetuosa y viril entre sus filas, resolviendo sus diferencias por medio de la voluntad y la sentencia popular, el país respira tranquilo. Y otra vez renace la confianza entre quienes teniendo un poco de dinero quieren invertirlo para crear empleo y obtener las ganancias que se acostumbran en estas circunstancias. En sentido contrario, la confianza se resquebraja cuando se aprecian brusquedades inusitadas en el interior del Partido de gobierno que, cómo es lógico, tiene más respo

BUEN ARRANQUE DE CAMPAÑA

Juan Ramón Martínez. Me ha causado, como a muchos otros observadores, agradable impresión el acto de masas montado por Yani Rosenthal en San Pedro Sula. Esta ciudad, de fuerte raigambre liberal, ha sido muy afectada por la división que produjeron los actos lamentables de junio del 2009. En razón de lo cual, es difícil la integración de movimientos y, desde luego el lanzamiento de campañas afortunadas, destinadas a resolver el más importante objetivo de los liberales: la unidad. Pues bien, el hecho que Rosenthal haya logrado una participación más allá de lo esperado, que concite el entusiasmo que observamos entre las masas; y que la clase media liberal, muy obvia en la concentración de Yani Rosenthal el domingo recién pasado, se haya mostrado muy bien representada, crea halagüeñas expectativas en el futuro de este joven dirigente liberal. Yani Rosenthal forma parte de las nuevas generaciones liberales, que cuentan con una mayor consciencia de lo que ocurre en el entorno mundia

¿EN MANOS DE QUIEN ESTÁ EL FUTURO DEL PN?

Juan Ramón Martínez. El futuro del Partido Nacional, no puede estar en las manos de lo que haga el gobierno de Lobo Sosa en los próximos dos años. Maduro hizo un buen gobierno, estabilizó la economía pública; y le dio un respiro a la empresa privada que creo empleó y aumentó la generación de la riqueza. Pero el candidato nacionalista, Porfirio Lobo Sosa, perdió las elecciones frente a Zelaya. Igual ocurrió con el régimen de Callejas. Algunos creyeron que el prestigio suyo, bastaría para hacer ganar las elecciones a Oswaldo Ramos Soto. El resultado cómo sabemos fue adverso al Partido Nacional. Y para que vean que no solo es una cuestión nacionalista, el Partido Liberal perdió las elecciones, no tanto porque Zelaya hizo hasta lo imposible para entregarle el triunfo al candidato del Partido Nacional, sino porque su candidato, el liberal, no le ofrecía al pueblo lo que estaba necesitando en ese momento: fortaleza, seguridad en el mando y valentía para defender al país de cualquier amenaza

LA AMENAZA DEL PARTIDO LIBERAL

Juan Ramón Martínez. Pese a su terrible debilidad, la perversa inclinación de muchos que le han contratado los servicios fúnebres para su enterramiento; y la aparente muestra de incapacidad para identificar los mecanismos de la unidad, el Partido Liberal amenaza la posibilidad que el Partido Nacional gane las próximas elecciones. Este hecho, cómo es natural, tiene preocupados a los nacionalistas que sienten que pese a los esfuerzos que hacen no logran avivar la mecha del entusiasmo de sus bases y del liderazgo inferior, de forma que los nacionalistas sientan que el futuro les pertenece; y que, en consecuencia tienen que luchar para hacerlo posible.  Pero además, tienen el problema que los grupos independientes que les permitieron ganar las elecciones del 2009, no están muy contentos con los resultados alcanzados por el gobierno de Lobo Sosa. Le celebran los éxitos en política exterior, la disminución de la persecución que desde allí se hacía en contra de Honduras y la continuidad de la

ENCUESTAS DE OPINIÓN

Juan Ramón Martínez. En las últimas semanas, se han conocido por lo menos cuatro encuestas de opinión, efectuadas por diferentes empresas. Con finalidades distintas y por supuesto, destinadas a satisfacer intereses diferentes. La mayoría de ellas, han sido contratadas por grupos políticos y solo una de ellas es la que parece más independiente y dirigida al público en general. En las primeras, es decir las contratadas por los partidos políticos, especialmente por el PN, el interés es conocer la popularidad de los candidatos y el nivel de resistencia que provocan en algunos segmentos poblacionales. En la última, la que llamaremos ERIC-SJ, lo que se trata de medir es el estado de ánimo de la población, la opinión que tiene sobre la situación económica que se está viviendo, sus visiones del clima de inseguridad, el criterio que le provocan las fuerzas políticas, el papel que le asigna a los llamados partidos tradicionales – que algunos buscan enterrar como fórmula para facilitar la moderni

DIPUTADOS CONSTITUCIONALISTAS O AUTORITARIOS

Juan Ramón Martínez. Cómo habían anticipado los analistas políticos, los escenarios para la campaña presidencial se han ido aclarando. En el Partido Nacional, la actividad de sus candidatos presidenciales, en vez de fortalecer y hacer crecer el fervor nacionalistas y el apoyo de los independientes, más bien crea confusión en sus filas. En cambio, en el Partido Liberal, ocurre lo contrario. La irrupción de Yani Rosenthal, Eduardo Gaugel Rivas, Monseñor Santos y especialmente la de Mauricio Villeda, le ha dado a los liberales una fuerza que no creíamos que podría estar al alcance del más viejo partido político de Honduras . Por manera que, fuera del problema de los nacionalistas – que de alguna evitarán perder a las fuerzas independientes que son las que al final del día determinan el éxito y el fracaso en una campaña electoral—hay que decir que el tema de las candidaturas presidenciales está, parcialmente resuelto.  Pero desafortunadamente, la estabilidad del país no estará determinada

UY, REGRESA ZELAYA?

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Juan Ramón Martínez. [caption id="" align="alignright" width="514" caption="Manuel Zelaya con George Bush, Septiembre 18, 2006."] [/caption] Julio Navarro, una especie de “enterrador” bien informado, acabada de decirle a los líderes del Partido Liberal, que no tienen otra alternativa que preparar su funeral. Que sus bases no existen, que no representan a nadie; y que su liderazgo no despierta el más mínimo interés por varias razones. Pero resalta una de ellas: el abandono del Partido Liberal de sus visiones reformadoras y el rechazo del líder que los pudo haber salvado de la muerte anunciada. Este líder es Manuel Zelaya que, pese a sus probadas y publicitadas limitaciones, según Navarro es el único que podía en su momento aglutinar las desencantadas bases que no encontraban en el viejo discurso liberal, lleno de nostalgias pero sin fuerza para la esperanza.  Pudieron ponerse de pie, abriéndole la puerta al socialismo rojo, dejando atrás un viejo

REINCIDENCIA DEL CONGRESO NACIONAL

Juan Ramón Martínez. Durante el gobierno de Carlos Roberto Reina, el manejo de los asuntos del estado, mostraba muchas dificultades. Ciertos aires populistas, hacían creer que se debía abandonar la política económica y comprometer las finanzas públicas en un dispendio sin control alguno. O en otros momentos, se tomaban decisiones que enfrentaban, de forma clara y definitiva a la voluntad popular. En estas circunstancias entonces, afortunadamente, el Congreso Nacional que no estaba al servicio del titular del Ejecutivo, ejercía su papel de contrapeso – tal como lo señala la doctrina democrática – y balanceaba las cosas. De forma que el pueblo confiaba en el sistema democrático, porque sentía que en el Congreso Nacional sus miembros defendían los intereses populares, afectados por el Ejecutivo.  Ahora, cómo lo hemos dicho en otro artículo, el Congreso está integrado por diputados que son más incondicionales del Presidente Lobo Sosa que obedientes del electorado que los votó en las elecc

LA DERECHA, ARROGANTE

Juan Ramón Martínez. La derecha hondureña conservadora e incoherente, es la responsable – desde hace varios años-- de la dirección política del país. Se expresa electoralmente en los dos partidos mayores: el Partido Liberal y el Partido Nacional. Cómo se puede concluir, después de estudiar los resultados electorales de los últimos treinta años, la derecha es volátil; pero no se ha extralimitado de las fronteras de los partidos tradicionales. En las últimas elecciones, vistas las debilidades del Partido Liberal y las falencias de su candidato presidencial – inexperto, remolón y poco agresivo – se inclinó a favor de Lobo Sosa al que se veía con mayor colmillo, fuerza espiritual y enjundia para el ejercicio de la conducción del gobierno. De acuerdo con los resultados, la derecha hondureña no se equivocó en su movimiento pendular.  Ahora, después de la arremetida en su contra ejecutada por Zelaya, que contaba con el respaldo de una fracción de la derecha “socialista”, el apoyo ambicioso de

EL DETERIORO POLÍTICO DE ZELAYA

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Juan Ramón Martínez. [caption id="" align="alignright" width="333" caption="José Manuel Zelaya Rosales, President of Honduras, in Tegucigalpa during a state visit of Brazils president Luiz Inácio Lula da Silva."] [/caption] No hay que ser un sabio para concluir que la estrella política de Manuel Zelaya , está en franca declinación. El respaldo que tuvo durante el conflicto del 2009, el apoyo internacional que recibía su nombre y sus frecuentes declaraciones en los medios de comunicación; y el que Lobo Sosa lo convirtiera momentáneamente en el árbitro de la política exterior de Honduras, lo transformó de un simple político rural, en la figura central del escenario político nacional. Pero, en la medida en que perdió el respaldo de los intelectuales que discretamente le dieron la espalda, -- dejando de mencionar su nombre e incluso silenciaron el discurso sobre el golpe de estado – dejaba las filas del Partido Liberal y quedaba en brazos de una éli

LOS POLÍTICOS Y LA REALIDAD

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Juan Ramón Martínez. Mirar para otro lado, no deja de ser – dentro del comportamiento cínico que de alguna manera aquí se celebra en forma entusiasta – una virtud que le permite a los políticos y por consiguiente a los partidos, sobrevivir sin afectar a la clientela que los usa y sostiene y, lo más importante, sin descomponer las fuerzas esperanzadoras que han desarrollado entre segmentos de la población electoral del país. En la crisis que atravesamos, en que la economía se paraliza a ojos vistas, crece el desempleo y se ahuyenta la inversión nacional y extranjera, los políticos no dicen una palabra. Y cuando hablan por medio de la boca de los expertos en elecciones, reclaman la mayor de las atenciones como si el acto comicial, desde tanto tiempo de distancia, es más importante que la inseguridad que comprometa la vida y la integridad las personas y sus bienes, el crecimiento de la dependencia de las mayorías acosadas por la pobreza y la miseria frente al gobierno y la criminal propen

LOS DEFENSORES DEL PARTIDO LIBERAL

Juan Ramón Martínez. Manuel Bernal, distinguido politólogo peruano, con mucha experiencia sobre la situación de Honduras, me ha escrito desde Lima para interrogarme sobre las salidas que imagino ante el evidente propósito que se observa por destruir al Partido Liberal. Y la pregunta que me hace es válida: ¿No hay en el interior del PL líderes que asuman la defensa de su partido? No estoy tan seguro cómo hacerle una respuesta afirmativa. Incluso después de leer las declaraciones de Rafael Pineda Ponce que hace un necesario deslinde que aclara las cosas para los liberales. Ha dicho el viejo líder liberal que Zelaya ha dejado el partido, que ello es útil y conveniente. Por lo que, lo que se tiene que hacer es retomar el viejo discurso liberal, que considera actualizado por supuesto; y aislarse de quienes por no considerarse correligionarios, tienen que ser tratados como adversarios. Pineda Ponce ha dado en el clavo. El Partido Liberal tiene que abandonar la postura de victimario de un e

ALIANZA, LA ÚNICA SALIDA

Juan Ramón Martínez. En la medida en que disminuye el tamaño real de la llamada “resistencia”, a Zelaya Rosales se le reducen los espacios de acción. Al principio, pareció representar a todas las fuerzas contrarias al orden tradicional al que pretendía sustituir, modificando el modelo económico y cambiando el sistema político por un presidencialismo más profundo. Sin contar por supuesto, con el basamento teórico que hiciera posible imaginar que al regresar al poder se comportaría en forma más ordenada, coherente y positiva. Pero ahora en que el sistema liberal y democrático establecido se ha movilizado, buscando hacer reformas desde adentro, Zelaya no ha tenido otra oportunidad que sumarse a la corte de los críticos que urgen el cambio del país. Es decir que, ha pasado de ser el único cuestionador del sistema político y económico del país, a uno más, no siempre coherente y claro en sus planteamientos teóricos, espacios en los cuales el ex presidente no ha sido muy diestro y mucho menos