CUADRANDO EL CÍRCULO: El Sisimite y la libertad de expresión
Herbert Rivera Cáceres Rafael Heliodoro Valle Este sábado 25, en dos días, se celebra o conmemora, según cómo le vaya a los que ejercen el mejor oficio del mundo, como lo denominó Gabriel García Márquez, el Día del Periodista hondureño. Mientras unos asisten a premiaciones, que enaltecen o desprestigian, otros participan en comilonas y bebiatas, y algunos, los menos, reflexionan sobre los riesgos, peligros y amenazas, cada vez más cernida sobre la libertad de expresión, inherente no sólo a todos los comunicadores sino a cada ciudadano. Por situaciones recientes en las que se ha puesto en boga, ese derecho individual que no privilegio, recordé que hace más de dos décadas en la Universidad de San Pedro Sula, asistía a un curso sobre Comunicación para el Desarrollo en el que destacaba el excandidato presidencial democristiano, abogado, escritor y académico de número de la Academia Hondureña de la Lengua, Juan Ramón Martínez. Entre las muchas anécdotas con las que amenizó su cátedra, do