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Mostrando las entradas etiquetadas como Zelaya

¡DEJEN GOBERNAR AL PRESIDENTE!

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Juan Ramón Martínez. Dentro de veinte años, nadie se acordará de los “ministros” del gobierno de Lobo Sosa . Tal vez la excepción sean los historiadores, profesionalmente acuciosos; o los rencorosos que acumulan cifras y nombres para saborear en frio, el encanto de la venganza, hablando de sus enemigos. Lo que la gente recordará, sin ningún género de duda, es al gobierno de Lobo Sosa , al que le atribuirán las buenas y las malas, pasando por alto el nombre de sus “ministros” que serán borrados de la memoria social. Por ello es que en modelos políticos presidencialistas, como es el nuestro, no existen ministros sino que secretarios de estado que operan como asesores y servidores suyos en áreas específicas en donde se les considera expertos. De allí que sean empleados de su nombramiento personal, pudiendo prescindir de ellos sin ninguna consulta previa con ningún otro poder del Estado, nombrando a las personas que consideren adecuadas. Al fin y al cabo la responsabilidad por los re

PN: MIEDO A LA DERROTA

Juan Ramón Martínez. El miedo es, en términos históricos, la emoción fundamental en la conducta humana. Y aun ahora, el miedo al fracaso, a la pérdida del poder, la riqueza personal o grupal; o la vida misma, son factores que unifican, que disciplinan a los grupos. Y que los disponen a la pelea con quien sea, en la defensa de lo suyo. En 2009, Zelaya amenazó los intereses de la clase media. Y ésta le respondió a la defensiva. Los liberales, una vez recuperados del perverso sentimiento de culpa que les inventaron para dividirlos y paralizarlos, le tienen miedo a una nueva derrota electoral. Por ello se sienten animados a perdonarse los unos a los otros los inventados agravios; y dispuestos a unirse para batir a los nacionalistas en las próximas elecciones generales de noviembre del 2013. Los nacionalistas, arrogantes como todos los grupos en el poder, hasta ahora han empezado a tomar conciencia – y en consecuencia – a sentir miedo ante la posibilidad que los liberales les gan

¡HAY QUE BAJAR LAS TENSIONES!

Juan Ramón Martínez. Varios amables lectores preocupados por los enojos imperiales y el tono agresivo del Presidente Lobo Sosa con respecto al Poder Judicial, me han pedido que diga algo, exhortándole a la moderación y al respeto de la separación de los poderes, esencial en la vida democrática. Ante mi reticencia, argumentan que soy de las pocas personas que puede ser escuchada, sin rechazo previo, por el titular del Ejecutivo. No les he contado; pero ahora debo hacerlo, que no creo ser influyente sobre Lobo . En algunos momentos le he dicho, en términos de confidencia entre amigos, -- que se respetan por sobre todo-- que con él, no hay forma de saber lo que piensa él en curso de una conversación. Se ríe cuando está de acuerdo. Y también se ríe, cuando está en desacuerdo. Por respuesta, se echó a reír. Por supuesto, igual que los lectores a que hago mención, estoy preocupado por el súbito cambio del carácter del presidente Lobo . Del hombre que siempre dijo que no había quie

DE CONTROLES Y LIMITACIONES

Juan Ramón Martínez. Lo más importante de la vida social organizada, es la capacidad de los individuos para someterse al imperio de la ley, cumpliendo las reglas que hacen posible la normal convivencia. Es el triunfo del nosotros, sobre el “ yo ”, indómito, indócil y algunas veces irracional. Y el surgimiento de la seguridad que nadie, sabiendo que se incurre en delito, se apropiara de los bienes ajenos, le inferirá daños a la existencia de los otros; o le quitará la vida. El sistema social, que protege a las personas, cuando se irrespeta la ley, inicia el proceso de sanciones y castigos. Esta es la lógica de la vida civilizada moderna occidental. Y del sistema democrático,-- considerado hasta ahora el más perfecto y seguro para la vida civilizada – que se basa en el sometimiento de todos sin excepción al cumplimiento de la ley, la limitación de quienes tienen algún tipo de poder, la división de los tres poderes del estado de forma que ninguno estará por encima de los otro

PREDICCIONES TERRIBLES

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Juan Ramón Martínez. Es difícil e incómodo visitar a los médicos – que los hay en minoría por supuesto – que gozan en dar malas noticias. Pero que, a continuación, dicen que uno ha llegado al mejor lugar para resolver sus dificultades. Joaquín Villalobos , ex combatiente salvadoreño, que estudió en Londres y que ahora es escritor de los grandes periódicos del mundo, como el médico del cuento, pasa revista a los problemas,-- los que la mayoría conocemos--, establece algunos pronósticos y concluye con una noticia terrible: hay que dejar al país, porque aquí no hay ninguna esperanza. Y para que no quede duda, cita un ejemplo más terrible en sus desgracias que Haití; Somalia, en donde hace años no existe el gobierno, las instituciones de la sociedad civil se han fragmentado; y lo único que queda es el pillaje a cargo de caudillos armados que son responsables de pequeñas zonas de sobrevivencia a cambio de lealtad y de volver los ojos para otro lado, mientras los señores de la guerra s

LAS QUEJAS DEL PRESIDENTE

Juan Ramón Martínez. No hay semana que el Presidente Lobo Sosa no se queje de sus ministros. Los acusa de engañarle, de desobedecerle, de meterle goles al primer parpadeo suyo, de no participar con seriedad en las discusiones de los asuntos importantes, por estar hablando por teléfono o conversando en las sesiones del llamado impropiamente Consejo de Ministros. Y lo más grave, de no ejecutar las tareas que les ha confiado. El que hayan vuelto un verdadero “reality show” las sesiones de los Secretarios de Estado, no ha mejorado las cosas. Los integrantes no se sienten, como debería ser, observados por la opinión pública. Y en vez de asumir los regaños presidenciales con la seriedad que corresponde, mas bien establecen la primicia de que quien los va a salvar es el público, algún líder importante cercano al Presidente Lobo ; o la probada falta de decisión de este para aplicar las medidas que aunque las anuncia, saben que no cumplirá en ningún momento. Es fácil concluir que esta situació

¿EN MANOS DE QUIEN ESTÁ EL FUTURO DEL PN?

Juan Ramón Martínez. El futuro del Partido Nacional, no puede estar en las manos de lo que haga el gobierno de Lobo Sosa en los próximos dos años. Maduro hizo un buen gobierno, estabilizó la economía pública; y le dio un respiro a la empresa privada que creo empleó y aumentó la generación de la riqueza. Pero el candidato nacionalista, Porfirio Lobo Sosa, perdió las elecciones frente a Zelaya. Igual ocurrió con el régimen de Callejas. Algunos creyeron que el prestigio suyo, bastaría para hacer ganar las elecciones a Oswaldo Ramos Soto. El resultado cómo sabemos fue adverso al Partido Nacional. Y para que vean que no solo es una cuestión nacionalista, el Partido Liberal perdió las elecciones, no tanto porque Zelaya hizo hasta lo imposible para entregarle el triunfo al candidato del Partido Nacional, sino porque su candidato, el liberal, no le ofrecía al pueblo lo que estaba necesitando en ese momento: fortaleza, seguridad en el mando y valentía para defender al país de cualquier amenaza

DOS AÑOS, APROXIMACIONES A UNA EVALUACIÓN

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Juan Ramón Martínez. Desde hace varios años Honduras no crece en forma sostenida. Una cosa son las cifras oficiales, los discursos y las declaraciones de los altos funcionarios del país. La verdad es que requerimos más de cincuenta años para duplicar el Producto Interno Bruto y cerca de 70 para hacerlo con las exportaciones. Y por más que se diga lo contrario, en las últimas dos décadas, el desempleo ha ido en aumento y solo salvan al país, unas pocas iniciativas de algunos empresarios agresivos y la fortaleza de los pobres. Tanto para sobrevivir, multiplicando las tortillas en un milagro diario; como en su capacidad para inventarse empleos, dentro de una economía sumergida a la que nadie, gracias a Dios, le presta atención. En estos 20 años, son los pobres, más que los ricos, los que sostienen el país, por medio de las remesas que desde el exterior envían a sus familiares, las que captura el Banco Central; y que usa para balancear la economía nacional.  En esta situación, el gobierno

¿POR QUÉ NO DAMOS EL PASO?

Juan Ramón Martínez. Queremos insistir que, después de lograr el reconocimiento internacional y la reintegración en la OEA; y la creación de un clima en que Zelaya y su grupo se sometieron a la obediencia del sistema público, es necesario movernos hacia adelante. La paz y la estabilidad, no pueden servir para quedarnos viendo la cara unos con otros, sino que para darle impulso al proceso económico, para mejorar los sistemas de distribución del ingreso y para reducir drásticamente – cómo lo exigen las circunstancias – los índices de pobreza e inseguridad que estamos sufriendo.  El Presidente Lobo Sosa tiene menos de dos años para servirnos. El equipo que le fue útil en la primera fase, ya no lo es para la siguiente. Si antes fue la unidad para que nos “perdonara” la comunidad internacional, ahora la unidad debe ser para orientar la acción pública – en concertación con la acción privada – en dirección a la búsqueda de la satisfacción y el bienestar de la sociedad en general.  El que no

ORTEGA Y SU INTERVENSIÓN PROBABLE

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Juan Ramón Martínez. [caption id="" align="alignright" width="415" caption="File:US Navy 070907-N-1810F-237 Lt. Col. Robert Gaddis meets with Daniel Ortega, president of Nicaraguan to discuss a humanitarian relief operation in Puerto Cabezas, Nicaragua."] [/caption] La desgracia de los gobernantes que tienen mucho tiempo en el poder, es que los analistas no tenemos dificultades para anticipar sus movimientos. A Ortega , después de tanto tiempo manipulando el poder en Nicaragua, jugando con la oposición, pasando por encima de la ley y buscando como consolidar una fuerza económica similar a la que logró atesorar Somoza, el discurso anti-estadounidense le está resultado cada día menos convincente. Porque resulta que económicamente, el primer socio comercial de su economía, son los Estados Unidos. La balanza comercial con Cuba y con Venezuela, no tiene ningún valor.  Mas bien las relaciones económicas con Honduras, después de las mencionadas con EEUU

LA DERECHA, ARROGANTE

Juan Ramón Martínez. La derecha hondureña conservadora e incoherente, es la responsable – desde hace varios años-- de la dirección política del país. Se expresa electoralmente en los dos partidos mayores: el Partido Liberal y el Partido Nacional. Cómo se puede concluir, después de estudiar los resultados electorales de los últimos treinta años, la derecha es volátil; pero no se ha extralimitado de las fronteras de los partidos tradicionales. En las últimas elecciones, vistas las debilidades del Partido Liberal y las falencias de su candidato presidencial – inexperto, remolón y poco agresivo – se inclinó a favor de Lobo Sosa al que se veía con mayor colmillo, fuerza espiritual y enjundia para el ejercicio de la conducción del gobierno. De acuerdo con los resultados, la derecha hondureña no se equivocó en su movimiento pendular.  Ahora, después de la arremetida en su contra ejecutada por Zelaya, que contaba con el respaldo de una fracción de la derecha “socialista”, el apoyo ambicioso de

“PENOSO RETIRO”

Juan Ramón Martínez. Es un verdadero e inesperado golpe al hígado. Que pone en evidencia la inseguridad general del país, la falta de consciencia de los problemas que la generan por parte de la “élite” política; y la persistencia, repetida en el curso de la historia, que en la medida en que los problemas internos se complican, la entrada del poder de algunos hambrientos, está a la vuelta de la esquina. Porque el retiro del Cuerpo de Paz de Honduras , en donde poco a poco se habían vuelto relativamente innecesarios después de 50 años continuos de servicio, es un testimonio, una evidencia y una prueba fehaciente de la crisis nacional. Los que todavía dudan sobre la crisis de la inseguridad, los que se resisten a entender que la situación se ha vuelto inmanejable, con el retiro de Cuerpo de Paz de Honduras , tienen que rectificar e inmediatamente, comprometerse en la reforma de las condiciones que le permitan a la sociedad, al gobierno y a cada uno de los hondureños en particular, darle g

URGENCIA DE UN GRAN ACUERDO NACIONAL

Juan Ramón Martínez. La crisis de 2008, que concluyera con el golpe de Zelaya en su proyecto de Constituyente y el contragolpe de las fuerzas democráticas que lo colocaron en el lugar que se merecía, confirmaron la incapacidad de las élites hondureñas para ponerse de acuerdo. Y sin violar la ley, resolver sus diferencias. No para darle gusto a sus egoísmos, sino que facilitar cumplimiento feliz de servidores fieles de la voluntad de la ciudadanía que quiere paz, tranquilidad y seguridad, como condición para lograr sus objetivos personales o grupales. Por alguna razón, la capacidad de los hondureños para manejar sus diferencias, sin llegar a la violencia, se esfumó una vez que se enfrentó a Zelaya y su proyecto de cambiar las reglas del juego e instaurar en el país un gobierno socialista, diferente de los modelos democráticos defendidos por los hondureños en forma mayoritaria. En primer lugar, hay que decir que los asaltos al sistema legal, impulsados por Armando Velásquez Cerrato en 1

LA PROLIFERACIÓN DE CANDIDATOS

Juan Ramón Martínez. La figura de Zelaya ha generado dos resultados. El primero de ellos es la enorme cantidad de chistes que circulan, en los que se trata de mostrar su falta de inteligencia y su habilidad para responder. El asunto es tal que al final, me he fatigado. E incluso incomodado porque me parece que es injusto que se trate a un ser humano en la forma que se hace con Zelaya, tan solo porque intelectualmente se le considera tan limitado. El segundo resultado es que esta banalización de Zelaya, supone un menosprecio de la Presidencia de la República y una infravaloración de la soberanía popular . Porque hace creer que cualquiera, por más tonto que sea, puede – con habilidad y aprovechando oportunamente las circunstancias, cosa que no lo hace talentoso e inteligente a quien logra posiciones – aspirar a ser candidato presidencial. Y por ello titular del Poder Ejecutivo. El efecto de estas dos consideraciones, respaldadas por la creencia que para ser Presidente no se requiere sab