CRÍTICA, FINES Y FORMAS

Juan Ramón Martínez La crítica es consustancial a la democracia. Esta es, por su naturaleza perfectible, mediante los ensayos de prueba; y, error, inevitables en la conducta humana. Fuera de los valores morales, -- que son permanentes--, todo lo demás está sometido al cuestionamiento, valoración, la disparidad de criterios; y, al obligado ejercicio de la tolerancia. Los intolerantes, los nerviosos, y los caprichosos, no tienen espacio en la vida democrática, porque esta sólo es positiva, mediante la aceptación que, la acción pública – especialmente – es objeto de la discusión, la valoración; y, la aprobación o desaprobación de la ciudadanía. Gobernar es escrutinio diario. Por supuesto, la crítica se justifica por sus finalidades, por las razones que la respaldan; y, por la forma en que se hace. En las sociedades con modelos parlamentarios, la crítica es más fuerte que en los sistemas republicanos. Se hace, desde los Congresos. En las sociedades más liberales, con sistemas ed...