LOS POBRES, CALADERO DE CAUDILLOS


Contracorriente:

LOS POBRES, CALADERO DE CAUDILLOS

Juan Ramón Martínez


López Obrador, es muy extrovertido. Habla todas las mañanas. De lo divino y lo humano, de lo bueno y lo malo; ponderando sus méritos, y la calidad de sus propuestas. Acaba de decir que los pobres, "son más leales que los de la clase media y los miembros de la oligarquía". Son agradecidos, están cerca, saben cuándo necesiten algo "uno les puede seguir sirviendo". López Obrador, confirma dónde "están los votos". Soy de una generación que creyó que el pobre era el actor de su liberación. No quisimos escuchar la canción católica, que repetía que el "día que el pobre, confié en el pobre, el mundo cambiará". El pobre no vota por el pobre. Sabe que el otro, consuela en casos extremos; pero es el patrón el que resuelve dificultades. Da la recomendación para que lo atiendan en la capital. Y cuando muere un pariente, es el político, el que resuelve los problemas. Ordena, por quien votar. Y cuando se lanza para alcalde, diputado o presidente, debe apoyarlo. El pobre, sólo entrega su dependencia, para evitar la miseria. El patrón, paga con apoyo para enfrentar las dificultades.

El pobre es quien no tiene ingresos. Sólo los más fuertes, crean sus propios empleos, para ellos, y sus familiares. Así, la van pasando. Cuando tienen dificultades, el líder está listo a servirlos. Por eso, hay que serles fieles. Da recomendaciones, para el empleo en el gobierno, lugar seguro, pagan bien, se hace poco; y, sólo hay que ir a las manifestaciones, celebrarle los cumpleaños al jefe; y votar por él. Fácil.

El sistema no aprecia a los empresarios. Se dificultan las inversiones. Se les desalienta desde sus propias familias. La falta de empresarios es nuestra culpa, escribí. Adolfo Facussé me relata:" Como alguien criado como nieto por inmigrantes cristianos de origen palestino, y con un padre y una madre, ambos empresarios, que comenzaron en un local en el Mercado los Dolores; y que fui educado, la primaria y el bachillerado en el San Miguel, puedo decir que he estado en contacto con distintas culturas; y, que, por ello creo que puedo opinar con propiedad, confirmando lo que usted señala".
 
"Todos mis compañeros, estudiaron, Medicina, Leyes; o, tuvieron que atender propiedades agrícolas y ganaderas familiares. Pudieron ir al Zamorano, pero sus títulos no eran reconocidos por la UNAH. Sólo uno estudió comercio. Tuvo que retirarse del San Miguel después del 6to. Grado, pero no para instalar un negocio, sino para graduarse de Perito Mercantil. Tres estudiaron ingeniería en México y fueron empleados de constructoras. Uno creó su empresa; y, tuvo éxito. Un compañero era hijo de una familia española, tenía una fábrica de telas; pero se incendió. Él falleció asesinado a manos de un empleado. Ser comerciante era visto despectivamente. Mi primera novia no la podía visitar, porque yo era "turco". Lo de ser fabricante, se consideraba algo mejor.

Especialmente si era "guaro"; o, ron. El ideal era ser doctor, tener su clínica; y trabajar para el gobierno. Algunos, llegaron a ser ministros". "Cuando regresé del exterior, trabajé en una pequeña fabrica textil de mi padre.

Di la propiedad como garantía y con un préstamo del BCIE, tuve éxito. A mis compañeros los educaron para vivir en una Honduras de los tiempos coloniales; a mí, para desarrollar una Honduras diferente, dispuesto a competir en un ambiente capitalista. Trabajé desde pequeño y jugué con los hijos de los pobres que traían las verduras y gallinas que vendían en el mercado".

"Jamás mis padres me dijeron que era mejor que nadie, sino que esperaban que me esforzara en mis estudios para entrar en las mejores universidades; y que, de allí en adelante, estaría por mi cuenta. Nada que ver con que lo mejor era llegar a tener una buena chamba en el gobierno. Éramos iguales, de familias trabajadoras, de clase media, sin mayores diferencias. Yo fui educado para convertirme en empresario. La mayoría, en cambio, fueron empleados del gobierno. Esa fue la diferencia". Algunos presidente de la república.

Hay familias que no son de fiar. Preparan a sus hijos para la libertad, para que no dependan de los políticos. Las pobres, preparan para la pobreza, la dependencia y la subordinación. Son "celebrados" y apoyadas por López Obrador. Les aseguran los votos para ganar las elecciones. Los políticos, viven felices con los pobres. Cuando no haya pobres, ¿los políticos cambiarán? No lo sé.

Comentarios

  1. Muy interesante artículo de opinión pública.No es ético utilizar a los pobres con fines de beneficio electoral.Adam Smith,considerado el padre de la economía moderna,era partidario de que al pobre se le ayude,dándole herramientas para que él pueda salir de la pobreza,creándole oportunidades,para su desarrollo socieconómico

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