Entradas

CUANDO LOS DICTADORES AHOGAN LA LIBERTAD

Imagen
Juan Ramón Martínez. [caption id="" align="alignleft" width="417" caption="Rafael Correa durante su discurso de posesión como presidente de Ecuador."] [/caption] El Presidente Correa no solo es histérico, inestable y bipolar, sino que además arrogante e irrespetuoso de las reglas que ordenan las relaciones entre la prensa y los gobernantes. Irrespetando las obligaciones suyas como mandatario, se pasa por alto el compromiso del Ecuador de no someter a los periodistas al fuero de lo penal, de forma que no queden en indefensión cuando se trata de enfrentar al poder. Prevalido de una arrogancia que es típica de las personalidades inseguras, Correa ha interpuesto una demanda que pasará a la historia de la infamia: reclama prisión para el periodista y además, exige en términos de compensación por su “honor ofendido”, 40 millones de dólares. Es decir que no solo busca aquietar a un periodista que le critica, sino que además destruir el medio – el diar

REINCIDENCIA DEL CONGRESO NACIONAL

Juan Ramón Martínez. Durante el gobierno de Carlos Roberto Reina, el manejo de los asuntos del estado, mostraba muchas dificultades. Ciertos aires populistas, hacían creer que se debía abandonar la política económica y comprometer las finanzas públicas en un dispendio sin control alguno. O en otros momentos, se tomaban decisiones que enfrentaban, de forma clara y definitiva a la voluntad popular. En estas circunstancias entonces, afortunadamente, el Congreso Nacional que no estaba al servicio del titular del Ejecutivo, ejercía su papel de contrapeso – tal como lo señala la doctrina democrática – y balanceaba las cosas. De forma que el pueblo confiaba en el sistema democrático, porque sentía que en el Congreso Nacional sus miembros defendían los intereses populares, afectados por el Ejecutivo.  Ahora, cómo lo hemos dicho en otro artículo, el Congreso está integrado por diputados que son más incondicionales del Presidente Lobo Sosa que obedientes del electorado que los votó en las elecc

LA VISITA DE PRÍNCIPE DE ASTURIAS

Imagen
Juan Ramón Martínez. [caption id="" align="alignleft" width="340" caption="Felipe, Príncipe de Asturias"] [/caption] Más vale una rectificación a tiempo, que la persistencia en un error que en el largo plazo puede crear enconos innecesarios. La visita del Príncipe de Asturias a Tegucigalpa, rectifica un error de la política exterior española; y coloca las cosas en la perspectiva que se merecen. No haber venido a la toma de posesión del Presidente Lobo Sosa , cuya elección fue el resultado de un proceso dirigido por una institución independiente como el Tribunal Superior de Elecciones; y llegar a la de Nicaragua, cuyos resultados han sido cuestionados por casi todo el mundo, constituye una incoherencia de la cual por supuesto el Príncipe Felipe no es responsable. La decisión de no venir a Tegucigalpa el 27 de enero del 2010, fue una recomendación de Moratinos , cuya inclinación por Chávez no le permitía saber hacia dónde iban las cosas. Tampoco

CHINA, IRÁN Y LOS ESTADOS UNIDOS

Juan Ramón Martínez. La visita del Presidente de Irán a Venezuela, Ecuador, Nicaragua y Cuba, ha disparado las alarmas en los Estados Unidos. Sienten que la presencia de un adversario, cómo es el titular de la Presidencia de Irán, constituye una amenaza a sus intereses, porque América Latina ha sido, cómo nos dicen despectivamente algunos analistas, el “patio trasero” de los Estados Unidos.  La actitud de los Estados Unidos es “normal”. Los estados tienen intereses y contradicciones que se dirimen en la esfera de la política exterior que, es un escudo con el cual se defienden los suyos y se dirigen las acciones hacia terceros países, en el plan de protegerlos y defenderlos. Por supuesto, los estados en la medida en que son más independientes tienen políticas exteriores más definidas, más fuertes y más exitosas. Por el contrario, los países más dependientes, que confunden la política exterior con el simple chantaje, los mohines y los melindres, tienen dificultades para asumir una políti

LA DERECHA, ARROGANTE

Juan Ramón Martínez. La derecha hondureña conservadora e incoherente, es la responsable – desde hace varios años-- de la dirección política del país. Se expresa electoralmente en los dos partidos mayores: el Partido Liberal y el Partido Nacional. Cómo se puede concluir, después de estudiar los resultados electorales de los últimos treinta años, la derecha es volátil; pero no se ha extralimitado de las fronteras de los partidos tradicionales. En las últimas elecciones, vistas las debilidades del Partido Liberal y las falencias de su candidato presidencial – inexperto, remolón y poco agresivo – se inclinó a favor de Lobo Sosa al que se veía con mayor colmillo, fuerza espiritual y enjundia para el ejercicio de la conducción del gobierno. De acuerdo con los resultados, la derecha hondureña no se equivocó en su movimiento pendular.  Ahora, después de la arremetida en su contra ejecutada por Zelaya, que contaba con el respaldo de una fracción de la derecha “socialista”, el apoyo ambicioso de

NO IGNORO LOS PROBLEMAS

Juan Ramón Martínez. No paso por alto las enormes dificultades que enfrentamos. Lo que me resisto es que desde afuera nos lean la cartilla, nos digan qué tenemos que hacer y nos vengan a hacer las tareas, corrigiéndonos en alta voz, los errores cometidos. Es una cuestión de honor que, nuestra generación, desarrollo alrededor de maestros que posiblemente obligados por las circunstancias, urgían introducir en nuestras mentes una elevada dosis de orgullo nacional, un fuerte énfasis en nuestras responsabilidades y una clara confianza que podríamos, igual que lo habían hecho otros, construir un país con nuestras propias manos.  En los últimos doce años, se ha deteriorado la confianza del hondureño en sí mismo, aumentado la creencia que la solución de los problemas nacionales se consigue en Miami. Y que los recursos para nuestro desarrollo, debemos mendigarlo en la comunidad internacional. Igual que la población más pobre del país, que ha descubierto los beneficios de la pobreza, Honduras co

EL DETERIORO POLÍTICO DE ZELAYA

Imagen
Juan Ramón Martínez. [caption id="" align="alignright" width="333" caption="José Manuel Zelaya Rosales, President of Honduras, in Tegucigalpa during a state visit of Brazils president Luiz Inácio Lula da Silva."] [/caption] No hay que ser un sabio para concluir que la estrella política de Manuel Zelaya , está en franca declinación. El respaldo que tuvo durante el conflicto del 2009, el apoyo internacional que recibía su nombre y sus frecuentes declaraciones en los medios de comunicación; y el que Lobo Sosa lo convirtiera momentáneamente en el árbitro de la política exterior de Honduras, lo transformó de un simple político rural, en la figura central del escenario político nacional. Pero, en la medida en que perdió el respaldo de los intelectuales que discretamente le dieron la espalda, -- dejando de mencionar su nombre e incluso silenciaron el discurso sobre el golpe de estado – dejaba las filas del Partido Liberal y quedaba en brazos de una éli