VERGÜENZA E INDIGNACION
Juan Ramón Martínez. Estamos, como la mayoría de los hondureños, avergonzados por lo que ha ocurrido en Comayagua – que perfectamente pudo haberse evitado – y apenados por la escasa calidad y falta de profesionalidad de los funcionarios penitenciarios que tenemos y su incompetencia para aplicar protocolos ad hoc, en situaciones irregulares como las que se produjeron en la granja penal de aquella ciudad. Sin embargo, no estamos sorprendidos por los hechos dolorosos allí ocurridos. Estos problemas se vienen anticipando, desde que el gobierno de Ricardo Maduro, en forma irresponsable – animado por motivaciones políticas evidentemente – modifico el Código Penal; y llevándose de encuentro las garantías del mismo, convirtió en delito comportamientos que, en vez de darles un tratamiento diferente, condenó a la cárcel a los jóvenes involucrados en pandilla en forma general . De esta forma, en la administración de Maduro, sobre cuyas espaldas corre la responsabilidad por lo ocurrido en los inc...