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LA LIBERTAD DE EXPRESION EN HONDURAS, UNA APROXIMACION HISTORICA (1/4)

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 Juan Ramón Martínez Juan Ramón Molina, el más grande poeta hondureño.    Durante, el periodo que va desde la independencia, hasta el momento en que Policarpo Bonilla crea la “Prensa Popular”, en Honduras no hubo periodismo; ni ejercicio de la libertad alguna. Entendido periodismo como vigilancia crítica del ejercicio del poder. Los escritores, fueron funcionarios que redactaban boletines, discursos; o, dirigían “La Gaceta” del Gobierno que, además, aprovechaban las ventajas gubernamentales, para publicar sus obras literarias, editar semanarios para dar noticias; y celebrar cumpleaños o conmemorar fallecimientos o viajes prolongados. E, incluso, hacer tareas de difusión literaria y cultural muy importante para el país y su población. Pero, aunque la imprenta privada, permitió la edición de hojas sueltas y uno que otro semanario, no había la cultura de expresar opiniones; y, menos, aceptar que la crítica era un derecho natural para la búsqueda de una vida social y política mejor. Eso va

ULTIMO DC-3 DE SAHSA SE ESTRELLA EN LAJAS, COMAYAGUA

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 Juan Ramón Martínez Capitán Flavio Ramírez Castro Las últimas palabras del capitán Flavio Ramírez Castro (Olanchito, Yoro, 31 de diciembre de 1918-8 de abril de 1971, Las Lajas, Comayagua) fueron dirigidas al operador de Radio de SAHSA, en Toncontín, desde el bimotor DC-3, el Jueves Santo 8 de abril de 1971, a las 5:55 de la tarde: “Tiempo instrumental, 50 minutos, -dijo Ramírez-; estamos sobre Archaga y tenemos problemas con el motor derecho. Altitud 6,000 pies”. Después el silencio infinito que anunciaba la tragedia. Minutos después la alarma. Se había perdido el contacto con la nave que procedente de la ciudad de La Ceiba, se dirigía a Tegucigalpa en donde calculaba Ramírez Castro, llegarían en pocos minutos. La nave, con un motor averiado y con el otro perdiendo fuerza, sin visibilidad, envuelta en densa nubosidad, hizo impacto en una montaña, a 5,700 pies, muriendo su tripulación, integrada por tres personas y siete pasajeros. Terminaba así, la brillante carrera de un hombre buen

EL PUEBLO, BASE DE LOS CAUDILLOS

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 Juan Ramón Martínez    Tengo muy buenos lectores. Muy Inteligentes. No son miembros de ningún “colectivo”; o cofradía de cumbos mutuos. Ni inventados contertulios, frente a la complicidad de los espejos indiferentes. Son personas conocidas, que me escriben, sobre el tema de los caudillos. Uno de ellos, Javier Suazo -- cineasta y novelista de probados méritos--, me dice: “Su apreciación es exacta. Pero los caudillos son inevitables cuando la base social no quiere pensar; ni comprometerse a trabajar con ahínco y compromiso en su propio desarrollo. En otras palabras, mientras el pueblo siga esperando un mesías que venga a instalar el paraíso en el patio de su casa, los ilusos seguirán coreando a los tiranos” . Por pueblo, aquí entendemos a la totalidad de los hondureños, el 72% de los pobres, a la menguada clase media; y, a la minoría intelectual, escolarizada y graduada en la universidad. Que, incluso habla inglés y algunos estudiando chino, mandarín. Un corte transversal. Con Olban Val

CONFIABILIDAD DE LOS ORGANOS ELECTORALES

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 Juan Ramón Martínez La independencia de las entidades electorales, la profesionalidad de sus dirigentes, dan confianza que se respetará la soberanía popular. En Honduras, el camino ha sido largo. Al principio, en el siglo XIX, en las elecciones, el elector, votaba públicamente; diciendo en alta voz el nombre de por quien lo hacía. Frente al Cura, el Alcalde Municipal y el Comandante. La libertad era imposible. Además, cómo no había partidos; ni el gobernante aceptaba ninguna discusión sobre su mandato y menos sobre la conveniencia o no que continuar en el ejercicio del poder, no había más que un candidato, el oficial. Ferrera se reeligió, Guardiola y Medina, lo hicieron sin ninguna dificultad. Hasta 1903 que concurrieron dos candidatos: Juan Ángel Arias y Manuel Bonilla, del Partido Liberal, fundado por Céleo Arias y Policarpo Bonilla, el primer caudillo civil que continúo enturbiando la vida nacional y empujando dolorosas montoneras. En 1924, hubo elecciones democráticas. Ganó el PN,

Cuento/ homenaje en el centenario de la muerte de Kafka

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 EL OTRO  Kalton Harold Bruhl ( * )    Frank Kafka (1883-1924)    Viena, 1 de octubre La primera vez que lo vi fue en 1902. Era mi última noche en Praga. Había llegado esperando encontrar un personaje interesante y estaba a punto de marcharme sin haber cumplido mi deseo. Decidí esperar hasta la madrugada, cuando las calles estuvieran vacías, para dar un paseo. Si sus habitantes me habían decepcionado, pensé, quizás la ciudad misma no lo hiciera. Cuando atravesaba el puente de Carlos, una escena me hizo detenerme. Un joven parecía estar a punto de lanzarse a las aguas del Moldava.  Siempre he despreciado al género humano, así que cada suicida me parece un héroe que merece respeto. Llevo un prontuario de suicidas célebres que siempre estoy actualizando. Pero en ese momento se me ocurrió una idea: comenzaría una nueva lista de suicidas comunes. Luego, con el tiempo, haría un estudio minucioso de las causas que orillaron a todos, famosos y desconocidos, a buscar la muerte. Sería interesant

Cuentos hondureños: "El placer del narcisista" y "La comida de los humanos"

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El placer del narcisista Óscar Urtecho (*)   Rey no podía dejar de pensar en su primo, el caballo. Siempre había creído que él era un animal incomparable, de un elegante color parecido a las hojas secas, inteligente, alto, poseedor de un sofisticado acento al rebuznar, el más viril de todos los cuadrúpedos y, además, amigo personal del dueño de la granja. Por eso sufrió una pequeña taquicardia cuando conoció a su primo. La primera vez que lo vio, parecía que el caballo estaba desnudo a propósito, enorme, orgulloso, con un aire de estrella porno pero tan elegante como si perteneciera a la realeza. El burro se frotó los ojos una vez, fijó su vista astuta sobre el poderoso corcel café oscuro, lo miró brillando bajo el sol, sus belfos de burro temblaron de asombro mientras se concentraba en la extensa virilidad del caballo. De pronto se sintió pequeño, sin valor, y una envidia animal lo poseyó desde la pezuña hasta las crines. Entonces el burro, que había leído a Freud con entusiasmo, dec

LA PASION LECTORA 1/2

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 Ramón Oquelí   T. S. Elliot    “ …. Una de las grandes cabezas de occidente en esta segunda mitad de siglo” Miguel García Posada “…. Una de las inteligencias criticas más brillantes y mejor educadas del siglo” Adolfo Castañón “Mi infancia se convirtió en un festival de exigencias ”. G.S. Frente a la escritura hay seis grupos de personas: quienes no leen porque no pueden o no quieren y que constituyen la inmensa mayoría, con tendencia a ampliarse en el futuro. Un segundo, formado por los que el deleite o la obligación los lleva a dedicar parte de su tiempo a la lectura. Hay otro más reducido que ofrece material a los segundos (son los llamados escritores o literatos). Un cuarto grupo es más especializado, se dedica a divulgar, interpretar y calificar a los narradores, poetas, dramaturgos y ensayistas. El quinto está formado por quienes traducen obras de una lengua a otra. El sexto es de escaso número, conformado por los teóricos e historiadores de la lengua escrita y de la literatura.