MORAZÁN NO CABE DONDE ESTA BOLÍVAR
Juan Ramón Martínez.
Algunas personas le han reclamado al Presidente Lobo que en su discurso en Caracas, no hubiera mencionado ni una vez siquiera a Morazán. Pasan por alto que Morazán no tiene cabida dentro de una visión histórica manipulada por la izquierda latinoamericana, en la que Bolívar es el caudillo autoritario, que no cree en la voluntad de los pueblos; y que se atribuye a si mismo, un autoritarismo antidemocrático, más inclinado hacia el cesarismo y al bonapartismo que a la democracia. Morazán nunca pensó actuar por encima de la ley, no se imaginó como la parte que podía ser más que el todo; ni mucho menos estuvo obsesionado por el poder en forma omnímoda, sino como expresión de la voluntad de los pueblos. A los cuales sirvió hasta su muerte.
Chávez ha tenido el “merito” de haber inventado un Bolívar que no tiene nada que ver con la historia; y que mas bien, sirve de justificación para su propio autoritarismo. El Bolívar que describió Carlos Marx, el héroe de Chávez queda convertido “en un palurdo, hipócrita, chambón, mujeriego, traidor, inconstante, botarate, un aristócrata con ínfulas republicanas, un ambicioso mendaz que se rodeaba de una corte de pacotilla y cuyos contados éxitos militares se habían logrado gracias a los asesores irlandeses y hannovarianos que había reclutado como mercenarios” ( Enrique Krauze, REDENTORES, ideas y poder en América Latina, Debate, 492). Los marxistas han disimulado la cuestión diciendo que Marx se había equivocado, en vista que las fuentes a las que había tenido acceso eran inadecuadas. Sin embargo, el autor citado, dice líneas adelante que en una carta firmada por Marx y dirigida a Engels, ratifica lo dicho en su artículo, llamando a Bolívar “canalla, brutal y miserable” y lo compara, sigue diciendo Krauze, “con Soulouque, el extravagante caudillo haitiano que en 1852 se había hecho coronar emperador bajo el nombre de Faustino I”. Para rematar la cuestión, el autor mexicano termina diciendo que “este texto de Marx contra Bolívar siempre ha sido una pesadilla para la izquierda latinoamericana. ¿Cómo explicarlo? Y sobre todo, qué hacer con ese antecedente, ahora que el Presidente Chávez ha decretado que Bolívar es el antecedente expreso, el profeta inspirador del Socialismo del siglo XXI”. Callar, como hizo Lobo en Caracas, para no enojar a Chávez.
Porque Morazán era en Caracas, en la oportunidad que crean CELAC, un invitado de piedra. No se podía mencionar su nombre siquiera, porque el santo Bolívar, inventado por Chávez y apoyado por los nuevos marxistas, lo habrían visto como una ofensa. Porque Morazán era un liberal, federalista, demócrata y respetuoso de la ley. Que jamás se consideró más que el pueblo centroamericano; y que nunca fue un bonapartista. Habría sido como rendir homenaje al diablo en una misa en el Vaticano, causando enojo a los oficiantes. El que Lobo Sosa no haya mencionado a Morazán, es justificado, porque los nuevos izquierdistas latinoamericanos, no solo son falsos, sino que además, anti-marxistas y manipuladores de la historia, desfigurando a Bolívar, en el ánimo de engañarnos todos. Para justificar al mesianismo chavista y embobarnos a los hondureños mezclando, el socialismo del siglo XXI y el autoritarismo bolivariano, con el liberalismo democrático de Morazán.
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