Entradas

Mostrando entradas de febrero, 2012

¡HAY QUE BAJAR LAS TENSIONES!

Juan Ramón Martínez. Varios amables lectores preocupados por los enojos imperiales y el tono agresivo del Presidente Lobo Sosa con respecto al Poder Judicial, me han pedido que diga algo, exhortándole a la moderación y al respeto de la separación de los poderes, esencial en la vida democrática. Ante mi reticencia, argumentan que soy de las pocas personas que puede ser escuchada, sin rechazo previo, por el titular del Ejecutivo. No les he contado; pero ahora debo hacerlo, que no creo ser influyente sobre Lobo . En algunos momentos le he dicho, en términos de confidencia entre amigos, -- que se respetan por sobre todo-- que con él, no hay forma de saber lo que piensa él en curso de una conversación. Se ríe cuando está de acuerdo. Y también se ríe, cuando está en desacuerdo. Por respuesta, se echó a reír. Por supuesto, igual que los lectores a que hago mención, estoy preocupado por el súbito cambio del carácter del presidente Lobo . Del hombre que siempre dijo que no había quie

PLEITO POR LOS EVANGÉLICOS

Juan Ramón Martínez Lo habíamos esperado. Tanto porque la ley era excluyente imponiendo entre grupos dispersos, una unidad forzada y el sometimiento a un liderazgo vertical que desde Lutero rechazan los evangélicos. Cómo porque en el fondo, la ley declarada inconstitucional por parte de la Corte Suprema de Justicia , lo que trata es de consolidar los espacios ganados por los evangélicos en su guerra no declarada con la Iglesia Católica , especialmente en el juego de las dispensas oficiales para el ingreso de bienes externos al país, sin el pago correspondiente cómo hacemos el resto de los hondureños. Muchos de estas dispensas son preferentemente para los más famosos. Dejando a la mayoría, fuera del festín. Planteadas así las cosas, no nos parece justo que por una decisión jurídica, que todos habíamos anticipado por lo ilegal de la ley que comentamos, el titular del Ejecutivo y la Corte Suprema de Justicia , vayan a envolverse en una guerra verbal que además de intranquilizar

FIN DE LA CRISIS MINISTERIAL

Imagen
Juan Ramón Martínez En cualquier otro país, diferente al nuestro en donde lo normal es la crisis permanente, las renuncias de los miembros del gabinete, se habrían interpretado como un desajuste que solo termina, cuando los gabinetes se recomponen. Y se vuelve a la normalidad. Sin embargo, pese a los niveles de inconsciencia que se aprecian en el escenario político nacional, tenemos que celebrar que la crisis ministerial se haya terminado y que el Presidente Lobo Sosa haya introducido cambios significativos en Finanzas, Industria y Comercio, Agricultura y Ganadería, Educación, en la ENEE y en esa extraña cartera de Culto que la mayoría de los hondureños ignorábamos su existencia. Presidente Lobo Ahora viene otra vez – y este es el problema de las crisis ministeriales – la pérdida de tiempo que significa el nuevo aprendizaje del nuevo miembro del gabinete presidencial. El que se ha ido, había desarrollado competencias, aunque su salida, forzada cómo todos lo sabemos, ob

COMPETENCIA PARA LA MALDAD

Juan Ramón Martínez Frecuentemente no apreciamos la capacidad de los malvados para hacer sufrir a los demás. Nos fijamos solo en sus efectos negativos, pero no estudiamos suficiente los métodos que usan para hacerle mal a los demás, los recursos y conocimientos que disponen y, fundamentalmente la voluntad, la habilidad que ponen en fuego; y el gozo que anticipan en el ejercicio de la agresión física o verbal. Especialmente en Honduras en donde los estudios del mal, son tan reducidos. Por ello no apreciamos suficiente que para hacer el mal se requiere de talento y habilidad. Ni concluimos que algunos son malos o perversos, en forma natural. No tienen otra forma de comportarse y llamar la atención de la colectividad, más que haciendo daño a otros. Por ello, su apego hacia el delito, la felicidad, el goce por el sufrimiento ajeno; y el sentimiento que en ello, logran confirmar su superioridad frente a las víctimas, es el eje de sus conductas. Otros, descubren los beneficios d

DE CONTROLES Y LIMITACIONES

Juan Ramón Martínez. Lo más importante de la vida social organizada, es la capacidad de los individuos para someterse al imperio de la ley, cumpliendo las reglas que hacen posible la normal convivencia. Es el triunfo del nosotros, sobre el “ yo ”, indómito, indócil y algunas veces irracional. Y el surgimiento de la seguridad que nadie, sabiendo que se incurre en delito, se apropiara de los bienes ajenos, le inferirá daños a la existencia de los otros; o le quitará la vida. El sistema social, que protege a las personas, cuando se irrespeta la ley, inicia el proceso de sanciones y castigos. Esta es la lógica de la vida civilizada moderna occidental. Y del sistema democrático,-- considerado hasta ahora el más perfecto y seguro para la vida civilizada – que se basa en el sometimiento de todos sin excepción al cumplimiento de la ley, la limitación de quienes tienen algún tipo de poder, la división de los tres poderes del estado de forma que ninguno estará por encima de los otro

PREDICCIONES TERRIBLES

Imagen
Juan Ramón Martínez. Es difícil e incómodo visitar a los médicos – que los hay en minoría por supuesto – que gozan en dar malas noticias. Pero que, a continuación, dicen que uno ha llegado al mejor lugar para resolver sus dificultades. Joaquín Villalobos , ex combatiente salvadoreño, que estudió en Londres y que ahora es escritor de los grandes periódicos del mundo, como el médico del cuento, pasa revista a los problemas,-- los que la mayoría conocemos--, establece algunos pronósticos y concluye con una noticia terrible: hay que dejar al país, porque aquí no hay ninguna esperanza. Y para que no quede duda, cita un ejemplo más terrible en sus desgracias que Haití; Somalia, en donde hace años no existe el gobierno, las instituciones de la sociedad civil se han fragmentado; y lo único que queda es el pillaje a cargo de caudillos armados que son responsables de pequeñas zonas de sobrevivencia a cambio de lealtad y de volver los ojos para otro lado, mientras los señores de la guerra s

EL SINDROME DEL TERCER AÑO

Juan Ramón Martínez. Los nacionalistas no han podido repetir mandato constitucional. Callejas no pudo entregar la banda presidencial a su correligionario Oswaldo Ramos Soto. Ricardo Maduro tampoco pudo hacerlo con Porfirio Lobo Sosa . Y la causa visible es que durante los dos primeros años, hacen un gobierno extraordinario dentro de la mediocridad que caracteriza la función pública en Honduras. Pero el tercero y cuarto año, son un desastre: destruyen la unidad partidaria interna, se desbordan las pretensiones presidenciales y se convierte la corrupción en una actividad muy parecida a la de las ratas cuando el barco, escorado, inicia su recorrido al fondo del mar. Se oyen lamentos por todos lados, peleas por minucias y expresiones ilógicas que no tienen sentido, frente a la una realidad en que inevitablemente el partido que está en la oposición, les gana con facilidad las elecciones. Éste síndrome del tercer año, escapa a la atención de los nacionalistas. Embrocados en el festín, ena

SOBRE EL ESTADO FALLIDO Y OTRAS TONTERÍAS

Juan Ramón Martínez. Los que viven repitiendo interiormente las expresiones que se inventan en el exterior, deben estar a esta alturas, tocándose el mentón, sacándole brillo a los ojos; y preparándose para arremeter en su cometido de convencernos que lo ocurrido en Comayagua es la mejor prueba que el estado hondureño ha fallado. Por supuesto, sin el menor respeto intelectual para los lectores, pasan por alto que una cosa para ser considerada fallida, requiere de una condición básica. Haberlo sido sin ningún género de dudas. Y pruebas que las fallas, son estructurales. Una revisión de las cuentas públicas, en el curso de la historia nacional, configura un hecho meridiano: la sociedad política no ha podido articular, en casi ningún momento una corriente de recursos, suficientes para sostener a la burocracia inevitable del gobierno y bastantes para cubrir una población que por diferentes motivos, en el curso del tiempo se ha ido quedando al margen de la producción económica y la dist

LOS ATAQUES AL CARDENAL Y LOS CATÓLICOS

Imagen
Juan Ramón Martínez. Todos cargamos una cruz sobre nuestros hombros. La salud precaria de los hijos, los muchachos que no quieren estudiar, la falta de control sobre nuestras emociones de forma que podamos mantener la unidad matrimonial; y el freno de nuestra violencia incontrolable en dirección a los cónyuges o hacia los amigos. Y muchas otras cosas más. Que nos causan, dolor y sufrimiento permanente. Cardenal Óscar Andrés Rodríguez. Foto: Gabriele Merk Pero el Cardenal Rodríguez carga una cruz mucho más pesada. Formada no solo por sus errores – que los comete como todos nosotros – sino que por razón de ser el líder de los católicos. La persecución que se le hace víctima, con el cómplice silencio de algunas ramas cristianas que proclaman la hermandad del ecumenismo, por medio de ciertos medios de comunicación financiados por el gobierno central y la municipalidad de Tegucigalpa, ha hecho pensar que estamos en los inicios de una tensión religiosa que no hemos tenido en el pasado

OTRO GOLPE EN LA CARA

Imagen
Juan Ramón Martínez. La gente común, que no tiene cómo explicarse las cosas, estará diciendo que somos un país “torcido”. Que de repente, se nos han acumulado las desgracias y que después del incendio de la Cárcel de Comayagua , ahora se nos viene encima el incendio y la destrucción de los mercados principales de Tegucigalpa : el San Isidro, el Colón y el Galindo. Y no faltarán los que, intoxicados de una religión inconveniente que ha convertido a Dios en un simple farmacéutico que resuelve todos los problemas de la salud social, querrán buscar explicaciones a lo ocurrido a las supuestas faltas, las incoherencias y las irresponsabilidades que tenemos frente a las exigencias del Creador. Y aunque no nos guste nada este método, por forzado e instrumentalizado, tenemos que aceptar que la conclusión es válida: Estamos sufriendo, posiblemente más allá de nuestras capacidades, los resultados de la indolencia institucional, la irresponsabilidad gubernamental y la falta de fuerza, imaginación

INDOLENCIA E IRRESPONSABILIDAD

Imagen
Juan Ramón Martínez. Ante el dolor de cerca de cuatrocientas familias que lloran frente a los cadáveres calcinados de sus familiares, no queda otra que rechazar la indolencia con que se ha manejado el tema penitenciario y la irresponsabilidad consiguiente en que ha incurrido la sociedad y los gobiernos especialmente los de Maduro y Zelaya . El primero atiborró las cárceles del país con el ingreso de una población detenida más que con otra finalidad, que para hacerle creer al pueblo hondureño que actuaban con energía frente al fenómeno de la violencia. Inflaron al máximo el tema de las pandillas, montaron el espectáculo del propio mandatario capturando jóvenes delincuentes que ya estaban detenidos, en una acción destinada a poner de manifiesto la ingenuidad de los hondureños. Después que ocurrieron los acontecimientos dolorosos de El Porvenir, en el Departamento de Atlántida y el incendio del Penal de San Pedro Sula, se llamaron a la inactividad, aparentemente convencidos que nadie en