¿BÚSQUEDA DE IMAGEN INTERNACIONAL?
Juan Ramon Martinez.
El viaje del Presidente Lobo Sosa a Pristina y Tirana, capitales de Kosovo y Albania, no ha dejado de llamar la atención, tanto porque se trata de países distantes, casi desconocidos, envueltos en grave situación económica. Y uno de ellos, Kosovo, con un grave problema de reconocimiento internacional en vista que se ha declarado independiente en forma unilateral y sin que goce del reconocimiento de Serbia, de cuyo territorio se ha desmembrado. Y de Rusia y de España y porque las fuentes gubernamentales nos han informado, en forma casi infantil como si aquí todos fuésemos bobos, que esos dos países – los más pobres de Europa, equivalentes a Haití en términos relativos – tengan capacidad alguna para contribuir con la ejecusión de proyectos o en la inversión en actividades productivas importantes para la creación de empleo entre los hondureños.
Por manera que, frente al vacio de la información, no queda de otra que echar mano a la imaginación. Por supuesto, desde la información con que contamos, Kosovo, cuando nos vio atribulados y rechazados por la casi totalidad de la comunidad internacional occidental, procedió a reconocernos. Aunque no es parte de las Naciones Unidas, Kosovo cuenta con el reconocimiento de los Estados Unidos y su respaldo de alguna manera dejaba un olor gringo en tal decisión.
De allí que, en gesto recíproco se le visite y se le dispense el reconocimiento correspondiente, sin pasar por alto que tal cosa comprometerá discretamente nuestras relaciones con España que, para no legitimar las fuerzas disgregantes que representan vascos y catalanes, se opone al reconocimiento de Kosovo como estado independiente. Y afectara de alguna manera nuestras relaciones con Rusia que es en la zona, la principal aliada de Serbia. En conclusión, pareciera que anduviéramos comprando pleito en tierras lejanas y en asuntos que aparentemente no nos interesan. O que no nos producirán beneficios singulares.
Pero esto puede ser la fachada y los objetivos que se procuren sean otros. Entre éstos, habría que señalar la posibilidad que nuestro gobernante que ha enfriado sus relaciones con Israel, pretenda erigirse en líder del tercer mundo, interesado en apoyar a los pequeños enclaves o poblaciones marginales que estén interesadas en convertirse en estados soberanos. Si esto fuera así, el país vasco y Cataluña, deberían ser las próximas paradas de Lobo y su comitiva, así como las regiones que disputan Rusia y Georgia, una de las ex repúblicas soviéticas en la región de Crimea. En otras palabras se trata con este viaje, iniciar un esfuerzo para proyectar la imagen internacional de Lobo Sosa – campeón de los desamparados del mundo – de forma que sepulte la que en su momento se forjó el ex presidente Zelaya, ahora desvanecido pidiéndole a la OTAN que salve a Gadafi. Y detenga los bombardeos sobre sus famélicas tropas.
En esta circunstancia, Lobo buscará llamar la atención de Irán y Siria, inevitablemente, con efectos peligrosos para la estabilidad de su régimen. Porque los gobernantes de estos países pueden ver en el gobernante hondureño, una pequeña cuña, como lo fuera Cuba en el siglo pasado en la guerra fría entre USA y la Unión Soviética, y buscar su auxilio aunque sea formal para hacerse un espacio de vocero de los intereses de los estados menos protegidos del mundo.
Por supuesto que la iniciativa es buena. Pero como todo en la vida, tiene sus fuertes peligros. España puede ejercer algún tipo de presión en contra de Honduras, así como Rusia que nos empuje hacia China, cuya atención sin duda estamos buscando atraer sobre las posibilidades de Honduras por ser un factor estabilizante de la región centroamericana. Al final, como siempre, Estados Unidos determinará hasta donde Honduras puede llegar en estos intentos de independencia y figuración que como estado soberano limitado nos merecemos. Y que el Presidente Lobo con sus antecedentes tiene que reclamar para colocarse por encima de otros que se han visto cobijados por la opinión pública internacional sin tener la seriedad que caracteriza al actual gobernante hondureño.
Cómo ocurre siempre, el tiempo nos dirá que es lo que busca Lobo en Kosovo y Albania. Y cuáles son las posibilidades de no salir chamuscado en el intento.
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