Gobiernos locales y sus grandes desafíos

  Rubén Darío Paz*


 Referentes históricos

A través del desarrollo de la humanidad, los grandes conquistadores fueron encontrando formas de administrar vastos territorios. Recordemos las ciudades-estados (polis) en Grecia, el mundo árabe creó Emiratos, los chinos Provincias y en la Roma antigua los Distritos. Fue la expansión del Imperio Romano, la que aceleró la consolidación del municipio, (grandes regiones conquistadas era necesario administrarlas) para ello crearon “Fueros Municipales”, y poco a poco lograron autonomía, tanto que, ellos mismos elegían sus Consejos, y màs tarde terminaron en Ayuntamientos. España como la mayoría de dominios del imperio romano, siguió el esquema municipalista de la antigua Roma. 

Ayuntamientos o cabildos

 En la América colonial se instalaron los Ayuntamientos o Cabildos, con dos alcaldes, regidores y sindico de tal manera que estuviera la población representada. El Ayuntamiento durante la época colonial, fue una réplica del español.


Debemos recordar que, en las primeras tres décadas del siglo XVI, los españoles ya habían fundado una serie de Villas, inicialmente a lo largo de la costa caribe hondureña. Así vamos a tener para 1524 a Triunfo de La Cruz- (hoy Tela), justo acaban de festejar 500 años de fundación (San Gil de Buena Vista, se perdió…) y Trujillo que sigue siendo ese puerto que nunca ha podido despegar, a pesar de sus escenarios de ensueño entre montaña, playa y mar. 


Después de màs de 300 años de dominio español, a partir de 1821 los próceres fundantes, legislaron para crear un nuevo orden, con postulados cercanos de la Revolución Francesa. Se organizó en 1825 la primera División Territorial de Honduras. Fue así que aparece un Jefe Político-Intendente para cada Departamento, envestido de autoridad para nombrar Alcaldes. El Jefe Político, tenía una comunicación directa con el Poder Ejecutivo. Luego al Jefe Político-Intendente se le cambio de nombre a Gobernador Político. (A la fecha estos dependen exclusivamente del Poder Ejecutivo, y algunos funcionan con mucho liderazgo y entrega, otros pasan desapercibidos. 


La Constitución de 1831, ya se expresa que era necesario que los Gobiernos Locales, fueran electos popularmente, pero fue hasta en la Constitución de 1880, que se le dio autonomía al municipio. Entre 1936-1957, hubo un ejercicio en definir 31 Distritos, liderado por El Ministerio de Gobernación, pero al final, no logró consolidarse dicho modelo. Bajó la particularidad anterior algunos municipios perdieron su categoría. Así que en 1957 se volvió a la Autonomía Municipal, vigente hasta la fecha, salvó algunas enmiendas.

Avances y retrocesos de nuestros municipios

 


Al reflexionar sobre los avances y retrocesos en el desarrollo de los municipios de Honduras, podemos deducir, que, en los últimos veinte años, algunos han experimentado logros sorprendentes, bien en materia de infraestructura o mejorando los índices relacionados con las condiciones de educación, seguridad, salud e incluso fomentando los valores culturales de su población. Gracias, Comayagua, Yamaranguila, Cantarranas, Arada, Olanchito, Trinidad, Santa Rosa de Copàn, ya son referentes. Cane en el departamento, de La Paz y Colinas, en Santa Bárbara, son ejemplos de gestión y desarrollo municipal a nivel nacional.


Debemos reconocer que existen municipios en Honduras, que su nivel de desarrollo a pesar de las “transferencias estatales”, no logran divisarse y es de considerar si merecen seguir teniendo la categoría de municipio, o se buscan alternativas para insertarlos en programas de desarrollo. Un reordenamiento territorial sería significativo, incluso a nivel de administración, el intercambio comercial de numerosas aldeas y municipios no siempre coinciden con las cabeceras departamentales correspondientes. (Los pueblos del valle de Quimistán, convergen con la ciudad de San Pedro Sula. La actividad con la ciudad de Santa Bárbara es únicamente administrativa. Los pueblos de la Frontera Sur de Lempira, convergen con San Marcos, Ocotepeque. Los pueblos de la costa miskita, convergen con Tocoa, no con Puerto Lempira. pueblos de Yoro, convergen con la ciudad de El Progreso.

Aldeas que superan al municipio

 Un caso de estudiarse en Honduras, es el hecho de que algunas aldeas dispersas en nuestra geografía han venido experimentando movimientos económicos importantes y sus avances en el área de infraestructura son notables, por tales razones, superan con facilidad a sus respectivas cabeceras municipales. Para ilustrar el enunciado anterior menciono un listado de aldeas que evidencian mayor crecimiento que el mismo casco urbano municipal. 


Planes en Santa María (La Paz),
Florida de Opatoro, (Opatoro La Paz),
San Juan Pueblo (La Másica, Atlántida),
Sico y Paulaya (Iriona, Colón),
La Flecha, (Macuelizo en Santa Bárbara),
Pinalejo, (Quimistán, Santa Bárbara),
La Entrada, (Nueva Arcadia, Copán).
Santa Cruz, (en Guayape, Olancho),
El Jícarito, (San Antonio de Oriente, Francisco Morazán),
Monjarás en (Marcovia, Choluteca), entre otras. 


Aunque sabemos que el territorio hondureño, comprende 298 municipios, sólo para este ensayo, dejaré al margen de análisis las 18 cabeceras departamentales, que también ostentan la categoría de municipio. Bajo la aclaración anterior trataré de abordar tres municipios de ciertos departamentos. 


La Entrada, (Copán). Sigue manteniendo la categoría de aldea perteneciente al municipio de Nueva Arcadia, desde 1961 y por decreto presidencial se le permitió a La Entrada, que allí funcionara la alcaldía del municipio, sin que Nueva Arcadia, perdiera su categoría de cabecera municipal. La Entrada, desde hace décadas viene mostrando un notable desarrollo, gracias en parte a su estratégica posición geográfica de entrada al departamento al cual pertenece, más la proximidad con la carretera internacional que da acceso a las fronteras de Guatemala y El Salvador, además de ser un paso obligado de turistas hacia las Ruinas de Copán, a su vez Patrimonio Cultural de la Humanidad.


En La Entrada, la infraestructura comercial y bancaria es notoria y cuenta con una serie de instituciones educativas, funciona el CRAED (Centro de Recursos de Aprendizaje de Educación a Distancia) de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras. Su crecimiento poblacional se entiende a ambos lados de la carretera internacional y su irregular geografía no ha sido obstáculo para albergar nuevos asentamientos, sin embargo, es necesario regular la aglomeración de comerciantes sobre su avenida principal. Los referentes del impulso económico son recientes, incluso edificios como su iglesia parroquial es de 1954, la alcaldía municipal de 1970 y su parque principal data de 1994. En sus ferias julianas tienen mucha popularidad los jaripeos, mojigangas y la música de marimbas locales.


Copán Ruinas, (Copán). Toda su trayectoria gira en torno al despegue al sitio arqueológico conocido como las Ruinas de Copán y sus primeras referencias como sitio de interés datan cuando Diego García de Palacios, la describe en una carta fechada el 8 de marzo de 1576. A lo largo del periodo colonial se menciona de forma escueta y se estipula que el sitio donde ahora se encuentra, figuró con distintos nombres, como La Estanzuela y el Obraje de San José. Quizás la más entretenida narración relacionada con las Ruinas de Copán es la que tiene que ver con el indio José María Acevedo, quien vendió el terreno donde se encuentran las Ruinas, al explorador norteamericano John Stephan, por la accesible cantidad de (50,00 dólares). Este poblado alcanzó su categoría de municipio el año de 1893, casi al finalizar el siglo XIX. Sus edificios públicos como el palacio municipal data de la primera década del siglo XX, ya para 1942 gracias a su empuje como municipio se le concedió título de ciudad, pues cuatro años atrás se había inaugurado la frontera El Florido, que a su vez le comunica con comunidades guatemaltecas. Copán Ruinas, tiene un trazo similar a la usanza del pueblo español, conservado y empedrado estratégicamente, están a tiempo de incorporar en los planes de desarrollo, la conservación de sus montañas y cuencas hidrográficas. Gran parte de los municipios aledaños al mundialmente conocido como Copán Ruinas tiene un potencial interés cultural, sin que a la fecha ninguna universidad, se haya interesado en proponer como oferta académica una carrera de arqueología, antropología o disciplinas afines. Las cifras del municipio descansan en la oferta turística del sitio arqueológico, sin obviar algunos rubros como la agro-exportación de materias primas como el tabaco y cacao. 


Vendrían bien una serie de medidas a orientadas a fortalecer la identidad local, pues cuenta Copán Ruinas al igual que otros municipios del occidente con una amplia y ancestral gastronomía, es aquí donde destacan los derivados del maíz. De especial consideración los “ticucos”, los “chepes” conocidos con más cariño como “Josecitos”. Resultan atractivos los conocidos “maitunes”, que no son más que un “tamal de maíz” alargados y envueltos en hojas de caña. El mercado central de Copán Ruinas resulta atractivo, ahí con frecuencia encontramos pacayas, saisocos, amargos, guachipilín, choros, loroco, hierba mora, albahaca, juniapa, palmitos, subtes (especie de aguacate local). Flores comestibles como los “pitos” y las flores de ayotes son abundantes. Las bebidas igual constituyen un aporte sustancias para numerosas familias, el atol chuco, agrio, de elote, de piña. Resulta interesante que algunos puestos de atol chuco, hayan iniciado desde los años setenta, siendo el más conocido la “la atolera el pijazo”. Relevante el hecho que, a escasos kilómetros de la población de Copán Ruinas, subsistan varias aldeas de tradición Chortí, que ostentan una riqueza cultural, aunque no existan desde el Estado una serie de políticas de inclusión. Es evidente la presencia de varias organizaciones de desarrollo, sin aunar criterios en torno a la importancia de fortalecer las prácticas culturales o preservar la tradición oral en las diferentes aldeas Chortí. 


Corquín, (Copán). Es uno de los municipios de Copán, que ha experimentado importantes logros en varios rubros. Su trazo urbano muy siglo XIX, se sigue conservando, una serie de calles y avenidas se adaptan a un terreno irregular y fueron empedradas como emulando a la ciudad de Santa Rosa de Copán. Tiene una plaza comercial sustancial, aunque es superado por el vecino municipio de Cucuyagua. Corquín, a punto de festejar doscientos años como municipio, recobra mayor incidencia, durante los fines de semana. La producción cafetalera ha alcanzado logros de trascendencia y produce un poco más del 35% de la taza departamental. Algunas fincas cafetaleras han logrado convertirse en referentes en el manejo agroecológico y para ello al interior de algunas fincas, se han reacomodado hoteles de montaña. Es necesario considerar en el casco histórico de Corquín, la existencia de una serie de edificios públicos (dos iglesias) y el cabildo municipal, destacan además un considerable número de casas de arquitectura tradicional, algunas bien conservadas, cuentan con techos a dos aguas, amplios corredores, patios interiores, fuentes de aguas, murales e incluso jardines que valdría la pena restaurarlos e insertarlos a una oferta de turismo histórico-cultural.


Particular interés representa el cementerio local, que según datos empezó a funcionar el año de 1880, exhibe una arquitectura necrológica de líneas neoclásicas, justo como para ser considerado en un estudio comparativo amplio, donde se incluyan cementerios similares, como el de la aldea de Antigua Ocotepeque, Trujillo, Tegucigalpa, La Virtud, Curaren, Trinidad (Santa Bárbara), Santa Rosa de Copán, El Porvenir (Atlántida) y Gracias para mencionar algunos.

 La idea de la mancomunidad en Honduras

 


 
Arranco a inicios de los 90, la idea era aunar esfuerzos para gestionar grandes proyectos, sin embargo, de las más de cincuenta mancomunidades, son pocas las que han logrado proyectos sustentables. Logros importantes, presentaron Colosuca y Güisayote en el occidente hondureño, la primera en la puesta en valor del patrimonio cultural de varios municipios, la segunda con un interesante manejo de la mencionada Reserva Biológica y la conservación de las fuentes de agua correspondientes.    


Algunos retos pendientes


    • Replantearse un ordenamiento territorial, muchos municipios de Honduras carecen de Planes de Desarrollo. La conservación de nombres de nuestros pueblos, aldeas y caseríos debe establecerse en la Ley de Municipalidades.


    • Hacen falta estudios interdisciplinarios para la puesta en valor del manejo de recursos y potencialidades de cada municipio. Casi cien municipios han venido experimentando serios problemas en el abastecimiento de agua potable.


    • Varios municipios carecen de un manejo apropiado de los desechos sólidos, situación màs agravante cuando se localizan sobre la ribera de algunos ríos, los desechos se depositan sin piedad en los ríos.   


    • Debe ser prioridad una política de inclusión, valoración y difusión de aquellos municipios, donde viven pueblos culturalmente diferenciados.  

 
    • Buscar consensos entre municipios que han tenido conflictos por la lógica del agua, esto tiene que ver con los problemas limítrofes. Olanchito tiene colindancias sin resolver con 15 municipios. 


    • Retomar experiencias formidables, como el que realizó Candelaria, Lempira, con un sistema tradicional de protección a sus recursos naturales. 


    • Valorar las iniciativas como las de Cantarranas, La Arada y Dulce Nombre, donde las alcaldías han logrado invertir en una serie de murales, no necesariamente con parámetros artísticos desde la academia, pero su impacto en el turismo es positivo.


    • Conservar los archivos municipales, y definir los Centros Históricos debe ser prioritario, muchas veces destruidos por la falta de presencia estatal, o con el argumento de que no hay fondos para la restauración, razón por la que muchos bienes se han destruido.


    • Diseñar políticas para frenar la inmigración, numerosos pueblos cercanos al corredor seco, los jefes de familia ya se han marchado, en parte por la falta de empleo, otras veces porque el deterioro de los ecosistemas, les altera su economía básica. 


    • Diseñar jornadas permanentes de reforestación donde las corporaciones municipales lideren los procesos, con apoyo de expertos de las diferentes universidades del país. La siembra de árboles propios del país es de más fácil manejo, ya que ocupan menos cuidados.


    • Plantear nuevas Rutas turísticas, de acuerdo a los rubros productivos y la puesta en valor de las tradiciones relevantes de algunos pueblos, más la inserción de sitios de interés cultural de todo tipo, sería oportuno e incluyente. 


    • Aprovechar las fechas de aniversarios de creación de cada municipio, debería ser parte de la agenda anual para mostrar las potencialidades locales, eventos que deberían ser coordinado por los Gobernadores, que salvo leves excepciones asumen responsabilidades. 


Quiero utilizar esté espacio con la idea de compartir una serie de experiencias, puesto que a lo largo de varias décadas he tenido la oportunidad de fotografiar los 298 municipios de mi país, para lo cual debo reconocer el apoyo constante de la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán y la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, instituciones en las que me desempeño profesionalmente.

*Director de Gestión Cultural en el Centro Universitario Regional de Occidente-UNAH-CUROC. Docente investigador en la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán, en la ciudad de Santa Rosa de Copán. Historiador, con estudios de Antropología Cultural en la Universidad de Salamanca, España. Es autor y coautor de varios libros de su especialidad, ensayista y fotógrafo, es miembro de Número de la Academia de Geografía e Historia. Parte de la Conferencia que se brindó en el marco del Festival Internacional de Poesía en Gracias, Lempira-2024.


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