MEL, VÍCTIMA DE SU NATURALEZA

Juan Ramón Martínez

Imagen de archivo del diputado Jorge Cálix.
Foto: Archivo/ EL HERALDO 

 

El dicho “genio y figura hasta la sepultura”, viene a cuentas al observar la conducta de Mel Zelaya. Es un caudillo natural – como Medina, López Arellano y Carias --, con una esquizofrénica visión mesiánica; y, una fuerte inclinación por lograr cierto martirologio que, lo coloque en la historia, como un descendiente de Morazán y del “Che” Guevara. El embajador Ford, desde Tegucigalpa, hizo una clara definición sobre su imprevisibilidad; y, la falta de confianza que merecen sus palabras. Un político de profundas raíces históricas, emparentado con el lenguaje irregular de los que creen que hablando y hablando, pueden lograr que los demás, los juzguemos como inteligentes. Porque Mel es hábil.  Jugador con las cartas de la política del día a día.  Atrevido que se expone y amedrenta a sus adversarios; pero no es un hombre inteligente. En su larga y cansada vida política, en la que destaca su obsesión enfermiza por el poder, no le hemos visto, fuera de las atrevidas apuestas, un sólo pensamiento original que, nos haga pensar que, estamos ante una figura política que trascienda las débiles fronteras emocionales de los caudillos latinoamericanos.

Habíamos anticipado, y no nos hemos equivocado, que la obsesión de Jorge Cálix de ser candidato presidencial, mediante elecciones internas en el PLR, pondría en evidencia el talante anti democrático de Mel Zelaya.  Lo que no dijimos es que, fiel a su discreto talento político, repetiría, lo que sabe: reprimir a quienes ponen en duda, su carácter de caudillo único, superior y patronal de una federación de tribus, cuya cabecera nacional es el valle de Lepaguare. Y, no nos equivocamos. No por habilidades de adivinó que no tenemos, sino porque Mel Zelaya, contrario a lo que creía el embajador Ford, es un hombre previsible, -- que repite en su vida--, frente a las realidades retadoras, una conducta similar. Reaccionar como caudillo, rechazando las críticas, vengándose en privado de sus adversarios para mantener la imagen de honorable y respetuoso hombre de las opiniones ajenas, se interrumpe, cuando una persona como Cálix, amenaza, con fuerza y seriedad su poder. De la misma forma que destruyó en el 2009 a Elvin Santos, que, siendo su vicepresidente, se atrevió a poner en duda su infinita superioridad, buscando sucederle en el poder, ahora Mel responde con la misma fuerte indignación e irracionalidad, en contra de Cálix a quien, está dispuesto -las pruebas las tenemos enfrente– a destruir, para que nadie más, mientras viva, intente contradecirle; u oponerse, a su voluntad de determinar quién, debe dirigir al país.

A Elvin Santos – que lo animó para que lo apoyara, usando el respaldo económico del joven empresario, que usó para ganar apretadamente las elecciones en 2005– le arrojó fuera de la Casa Presidencial, siendo su vicepresidente; por lo que, este no tuvo otra que, habilitar una casa familiar en la Colonia del Prado en donde instaló la Vice-presidencia de la República. Hizo lo imposible, para evitar que su candidatura tuviera éxito, porque su objetivo era que el Partido Liberal, en su estrategia cachureca de destruirlo, no tuviera candidato. Elvin Santos, tuvo que aprovechar un viaje suyo, para lograr que la convención del PL lo nominara su candidato presidencial. Desde ese momento, lo hostigó cómo nadie lo había hecho nunca, en contra un candidato del PL. Incluso, impidió que Santos Ordóñez, cerrara su campaña en Juticalpa, avisándole perversamente que, podía peligrar su vida, porque había franco tiradores listos para matarle. Vivió; pero, perdió la Presidencia.

El enemigo ahora es Cálix. Mel reacciona de la misma manera, con la diferencia que cuenta con mandaderos: Ochoa, sin miedo a perder su prestigio; y Xiomara seguidora fiel de sus instrucciones. Pero no puede dejar el socialismo, para volver al Partido Liberal. Allí tiene cerradas las puertas. No todo está en su favor. Ahora el PLR, es su partido; y, no lo puede abandonar. La táctica de desprestigiar a Cálix confirma su talante caudillista; y evidencia, su escaso respeto de las reglas democráticas. El anuncio del cáncer de Zelaya, conocido hace mucho, muestra la calidad de los “cuchillos” que usarán para hacerse pedazos.

No hay que celebrar la pelea. Puede llevar a la alteración de la paz, al golpe de estado y la revuelta. Mel, nació “para destruir a Honduras”. Carece de generosidad. No tiene espíritu público. Es, un peligroso enemigo de la democracia hondureña.