AÑOS NUEVOS EN EL CASINO SAMPEDRANO

 Guillermo Mahchi Carrasco


A las once de la noche del 31 de Dic desde 1965, dos cuadras del boulevard Los Próceres y a la vista de la estatua del General Morazán, carros estacionados en ambos lados de la avenida hacían notar sin esfuerzos que la fiesta de fin de año del Casino Sampedrano ya comenzaba a tener brillos de festejo.

San Pedro Sula era una ciudad fácil de caminar y segura , muchos de los socios e invitados llegaban a pie, automóviles no eran necesarios, algunos vivían en el vecindario , dándole a la noche una elegante intimidad donde grupos de mujeres y hombres vestidos bien caminaban por las aceras circundantes como un espejismo de buen vivir cosmopolita para asistir a la fiesta más importante del año y afirmar viviéndola, la heredad de padres y abuelos que con dificultades desconocidas por muchos crearon del Casino Sampedrano un club de locales y extranjeros que brindó esparcimiento a la eterna monotonía del trabajo arduo de los primeros años de la ciudad de Los Zorzales. 

Entonces Anita Gastél vivía en su casa una cuadra abajo frente a Don Juan D. Larach que era vecino de los numerosos Rivera de doña Minga y Don Gastón. 

Las hermanas Sikaffi daban siempre un open house donde todo el que pasaba frente a su portón era bienvenido, allí se congregaban los Dumas, los vecinos Rosenthal , de rigor estaba Gautama y Sidalia Fonseca, las sobrinas Canahuati hijas de Doña Blanca y Don Yude, entre champagne y la gregaria familia Sikaffi , uno podía tomarse la última copa de la noche vieja , Gerardo el Maitre D , se encargaba que los muchachos aprendiéramos a no revolver espíritus porque si no, caeríamos en depresión y nos entraría nostalgia nos advertía el querido hombre.


Unos pasos más la puerta del Casino Sampedrano, se subían tres gradas y nos esperaba un comité de recepción, el corpulento Putsy Bonilla Gastel estaba siempre, el abogado Gavidia y su esposa, el abogado Bustillo y Sra., Maximino Carrasco y Antonieta, anualmente era diferente. 

El vestíbulo pequeño del Casino tenía grandes arreglos florales elaborados por Doña Bertha Ferrera quien estaba presente en la sala o María Marta Cabus de Panting quien era socia y reportera social o de las manos Estelvina de Sikaffy del pasaje Valle. 

Se abría la puerta de vidrio hacia los pasillos, donde ya la noche de fiesta estaba adelantada, esperándonos una mesa reservada con anticipación con botella de whiskey Cinta Negra de rigor, fuentes plásticas con hielo, Coca Colas, sodas y agua.

Todo era animado y cordial, entre mesa y mesa, saludos, abrazos hasta llegar. Los saludos comenzaban inmediatamente, doña Lillian Hyer bien maquillada se sentaba con sus primos los Carracciolli, los y las Barletta tenían sus mesas, los Bendaña y sus esposas eran muy queridos, don Toño Canahuati y doña Evelyn le daban un aire cosmopolita al sitio, Don Toño Guillén y doña Meches, con Tito y sus novias todas ex Miss Honduras, el abogado Quezada muy animado se paseaba por los nutridos pasillos con un sombrero alusivo, Don Affif Kattán conversaba en un rincón con los Yacamán de María Elena, entraban atrás de nosotros Toyoya Sunceri , Los Prieto, Galdámez y las y los Fasquelle , los Goldstein seguidos por los Weisenbluth, los Torres Wills de Mirta, Santiago Babun y su bella y glamorosa esposa, ah, salían del Ojo de Agua como diciendo la cosa está buena adentro pero mejor salgamos y aparecían los Córdova con Menayo Edmundo Andrés y los Hernández a ocupar sus puestos formales con sus familias, la fiesta estaba a todo dar, desde el escenario , un suave Bossa-nova de Fonchín y Los Gatos Bravos tocaban, se bajaban las luces y “Los Aretes perdidos de La Luna“ mientras como buscándoles se aparecía asomándose por entre las ramas de inmensos árboles de Mango que sombreaban la parte trasera del Casino buscando sus joyas, entraba el alcalde y su comitiva Don Felipe Zelaya y doña Tere, sus hijas y esposos y los nietos, ya la noche comenzaba a dar punto media hora antes del fin de año viejo.

En la sala de baile se deslizaban Sergio Villar y Chichi, Miriam y Jaime R, Toño Bográn y señora, invitados e hijos que arremetían un merengue de Damirón tal cual el dominicano hubiese estado allí, de repente el tono musical lo daba exacto como Ray Conniff estuviese en el podio, y sus Blancos Riscos de Dover, los Flores Inestroza aparecían con los Fernández Guzmán, Los Castillo Torres bien vestidos saludaban de mesa en mesa, la fiesta era para tal vez 400 personas, hubieron noches frías otras calientes, en unas llovían en otras la brisa fresca penetraban los grandes ventanales y puertas hasta el suelo donde muchos como Don Danilo Pineda y su hermano junto a toda su familia departían, Guto y Mano Coello se sentaban con sus hermanas y su madre doña Estela Bobadilla y su hermana e hijos, allí casi siempre se sentaban los Pellman con Doña Juanita , los Salgado y Echeverry, aparecían Fishman y el sr. Gómez , toda la colonia española encabezado por Los Moreira, los Verdial, los ítalo hondureños Aquiles Fontana y Henry Fransen con Millie, hasta monseñor Brufau era invitado, de repente la orquesta se paraba, hablaba don Víctor Manuel Rodríguez y el presidente de la directiva, sonaban los pitos y serpentinas caían por todos lados, la gente se comenzaba a abrazar, el tono musical cambiaba a más alegre con ritmos cubanos y un popurrí de Agustín Lara , Armando Manzanero, Vicentico Valdéz, Celia Cruz y Feliz Año Nuevo.... 65 hasta el 82.

El edificio donde funcionó el Casino Sampedrano jamás debió de ser sometido a una demolición... y mucho menos a una ruina nefasta, cómo hoy se encuentra.

Una perfecta muestra de la poca importancia y total desinterés y desconocimiento de la historia de una ciudad donde y como en muchas ciudades de Honduras son aldeanos impresionados con los notables locales que gobiernan y permiten que espacios históricos como lo fue El Casino Sampedrano fuera sometido a tan desagradable suerte.

El Casino Sampedrano mostró por años la verdadera San Pedro Sula y su gente. un salón de convivencia correcta que dejó historia en sus grandes fiestas anuales. Fin de Año y la fiesta del día de la fundación de la ciudad. El Día de San Pedro desde el día de su fundación en 1921.

En sus reuniones todos los socios tenían el mismo Estatus... algunos magnates otros de menor rango, pero en general “Don Dinero” no fue el rey... 

Fundado en el mismo lugar donde hoy son ruinas, sus fundadores fueron: Francisco Paredes, J. C. Coleman, Adolfo Zúñiga y Ricardo López, J. M Mitchell, A. Boza, Juan Manuel Gálvez, J. Griffith y H. T. Panting, Salomón Bueso, Stanley Adler, Cristóbal Corrales, Hans Moeller, Presentación Centeno, Constantino Bartlett’s Paz, Francisco Suncery, Jacinto Meza, Santiago Nuila, Sasan Funes, Domingo Galván etc.

La fotografía de 1924... muestra la sala de baile... quizás la más distinguida y apropiada sala de baile de la historia social de antaño en SPS.

Si les gustó este relato lo podríamos ampliar hasta la hora de la mañana donde muchos nos encontrábamos de nuevo en El Skandia del Hotel Sula para Hamburguesas o club Sándwiches.

A esta época de mi vida se me escapan muchos nombres y no es mi intención omitirlos, pero como estamos entre amigos de la Belle Époque... añadámosles con los Comentarios.

Las Fotografías:

Del álbum familiar de nuestra familia. noches con queridos amigos en el Casino Sampedrano. en Año Nuevo o El Día de San Pedro. Si reconoce gente dígalo, añada fotos de su gente. así enriquecemos esta historia.

No olvidamos a Los Kipps, Funez, Reinhboldt, Farrah Robles y Fred, e Iris, los Andonie, y más. la juventud de entonces que hoy somos los mayores.

¡Upa! se me escapaban los Kattán de Gabo y Julieta, los Elvir, bueno ya la mente se cerró y esos años fueron regios. Ah, Los Abadie, Los Ruiz ...y los modestos cohetes de vara que a la distancia se escuchaban desde el parque central.

La sala de baile en 1924 y el fundador del casino, José Dolores Pérez - Gómez y su esposa Paulina Follin, ambos de alta sociedad cubana, nacido en Bayamón, Cuba en 1861 y fallecido en San Pedro Sula en 1931, Don José fue sobrino del libertador de Cuba el generalísimo Máximo Gómez, su familia y descendientes todavía habitan en San Pedro Sula.

Hoy en día, esta historia debería de ser una protesta no desde esta página sino de la ciudadanía entera de San Pedro Sula, que no se ha pronunciado con la fuerza suficiente para demoler, lo que nunca debió de ser parcialmente destruido. El hondureño desconoce historia y francamente tampoco le importa…

Fuente (Facebook, Banana Days, 8 agosto 2024)

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