GOTAS DEL SABER (116)

 Juan Ramón Martínez

I


El 30 de agosto de 1924, nació en Choluteca Hernán Corrales Padilla. Fueron sus padres Antonio Corrales y Rosa Padilla de Corrales. Realizó sus estudios primarios y secundarios en Choluteca, después se trasladó junto a su hermano Cornelio a Tegucigalpa, en donde cursó estudios de Medicina en la Universidad de Honduras. Realizó después estudios de especialización en dermatología en Chile y Estados Unidos. Las investigaciones suyas sobre lepra y vitiligo, le convirtieron en Premio de Ciencia “José Cecilio del Valle” en dos oportunidades; y, en la primera figura científica del país. Durante el gobierno de la Junta Militar (1956—57) fue Ministro de Educación. Además, fue rector de la UNAH. Contrajo matrimonio con Gloria Álvarez, con la que procreó a Rosa Marina, Hernán, Arturo, Patricia, Lourdes, y Pablo. Fue de los primeros militantes de la Democracia Cristiana y candidato presidencial de este partido en 1985. Participó junto a César Elvir Sierra y Alfredo Landaverde, en la Junta de Traspaso de la Policía. También fue decano de la Facultad de Medicina y Rector de la UNAH en 1962. Falleció en Tegucigalpa, el 16 de febrero de 1999.

II

El 9 de mayo de 1921, llegó al puerto de Amapala, el buque militar estadunidense “USS DENVER”. También se encontraba allí, el “USS SACRAMENTO”. Porque no había condiciones que reclamara la presencia de ambas naves, la primera sustituyó a la segunda, que levó anclas y abandona las aguas hondureñas. “El oficial a cargo del USS DENVER hizo una cita oficial con el señor Comandante del fuerte, el General Cisneros. El Alcalde de Amapala Dr. Zelaya, estuvo presente, y ambos recibieron y ayudaron con mucha cordialidad. El Comandante Militar y el Alcalde de Amapala, aceptaron la invitación de hacer una visita al “USS DENVER”, donde fueron recibidos con todos los honores. Al salir del puerto para regresar al “DENVER”, un saludo de once cañonazos fue hecho desde el fuerte. A las 7.00 A.M. del 10 de mayo el Oficial Comandante y otros tres oficiales salimos de Amapala hacia Tegucigalpa, agregándose a nuestra comisión el encargado de Negocios, llegando a la capital a las 5 pm. Fuimos recibidos en el trayecto por el Subsecretario de Guerra y Marina y otros oficiales, quien era el Jefe de Artillería en Sabanagrande, quienes nos acompañaron hasta Tegucigalpa. Fui invitado a ser el huésped del Encargado de Negocios de la Legación Norteamericana, mientras otros oficiales se hospedaron en el Hotel Agurcia. A la mañana siguiente, 11 de mayo, acompañados por el señor Spencer, llegamos a Casa Presidencial, ofrecimos nuestros respetos al Señor Presidente, General López Gutiérrez, quien estaba acompañado del General Carlos Lagos, Secretario de Guerra y Marina, recibiéndonos muy cordialmente. Fui también a visitar junto con el Encargado de Negocios, al señor Ministro de Relaciones Exteriores, Dr. Uclés. Mis oficiales y yo fuimos nombrados Huéspedes de Honor de los Clubes Tegucigalpa y el Internacional. Por la noche, el Secretario de Guerra ofreció un banquete en el Hotel Agurcia en nuestro honor, al cual asistieron los miembros principales del gabinete, acto seguido, se obsequió un baile en el Club Internacional” (A. Kautz, comandante del UU DENVER, en A Lomo de Mula 1918—1933, Ramón R. Izaguirre, pág. 62)

III


“Comprendiendo las autoridades ejecutivas de Washington que la guerra (de 1924) era inevitable, se hizo saber al Presidente López Gutiérrez y a los de las otras secciones del centro de América, signatarios de los Pactos de Washington de 1923, cuál sería la actitud que asumiría el Departamento de Estado frente a la difícil situación que se presentaba en el país, y al efecto, la Cancillería hondureña recibió el siguiente comunicado: El gobierno de los Estados Unidos deplora las noticias de posible revolución en Honduras y le entristece verdaderamente que los esfuerzos por lograr entre los diversos candidatos a la presidencia un acuerdo que hubiese impedido los disturbios, no hayan tenido resultado. El Gobierno de Estados Unidos después de haber aconsejado repetidas veces, y sin provecho, el arreglo tendiente a evitar conflictos, desea dar a conocer una vez más la grave situación en que Honduras habrá de hallarse colocada en caso de no llegar a un arreglo satisfactorio. La condición económica del país, que ya es bien difícil, naturalmente tornará más precario el crédito de Honduras, que ya es bajo, y seguirá depreciándose si los disturbios revolucionarios llegan a ocurrir. Los recursos y las rentas de la República disminuirán grandemente y las actividades comerciales e industriales. En tales circunstancias cualquier gobierno hallaría difícil, sino imposible su mantenimiento en el poder. Los esfuerzos de los delegados y la reciente Conferencia Centroamericana reunida en Washington para alcanzar una condición próspera y estable en toda Centroamérica, serían grandemente aprovechables en cuanto a Honduras se refiere. Estados Unidos están prestos en todo tiempo a prestar su contingente para el desenvolvimiento de una política constructiva. La hora está lista para toda la ayuda posible y oportuna en la presente crisis” (Lucas Paredes, Drama Político de Honduras, pagos. 314—315)

IV


“El 24 de julio de 2009 – escribe Manuel Zelaya Rosales— el Canciller de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, y la Canciller Patricia Rodas, me acompañaron en el segundo intento de retorno al país, esta vez por la frontera de Las Manos (Nicaragua). A 100 metros de la línea fronteriza, el Canciller Maduro recibió una llamada del Presidente Chávez para advertirle: Tú no puedes ingresar al territorio hondureño, al igual que lo había hecho aquel 5 de julio, cuando el Canciller nos acompañaría en el primer intento de retorno desde Washington: Nicolás, bájate de ese avión, tú no puedes ingresar a territorio hondureño”. “Fue imposible –sigue diciendo Zelaya– mi ingreso debido al amplio despliegue de militares en la zona, que incluía furgones y según información, llenos de hombres armados. El coronel Recarte caminó hasta la línea divisoria, me tendió la mano y le dije: Yo soy el Presidente Constitucional de Honduras y por lo tanto su Comandante en Jefe, Coronel, comuníqueme con el alto mando. Él me respondido: no puedo comunicarlo, véngase usted a mi oficina. En una escena única, rodeado de cientos de militares por los cuatro puntos de la frontera, levanté la cadena que separa ambas naciones centroamericanas, la sostuve sobre mi cabeza y camine dentro del territorio hasta alcanzar el letrero que dice Bienvenidos a Honduras, mientras los francotiradores apostados en distintos lugares nos apuntaban directamente, por lo que pude advertir que había una trampa. Existe un video publicado por la cadena internacional TELESUR, que muestra un simulacro para la ejecución de un plan que neutralizaba a mis acompañantes, se procedía a mi captura por cientos de militares y los francotiradores tenían la orden de disparar. También otro video grabado desde adentro de las Fuerzas Armadas y la Policía, muestra que bajo el mando del Comisionado de la Policía conocido como el “Tigre Bonilla” se ensayó un nuevo plan criminal que incluía mi captura y/o asesinato en la frontera” (El Golpe 28J, Tegucigalpa, junio 2019, págs. 56, 57)

V

El 13 de agosto de 1958, a las 10 de la mañana, Óscar A. Flores, Ministro de Trabajo y Previsión Social, entregó a los periodistas copias del proyecto del Código de Trabajo. Ese mismo día había llegado a Tegucigalpa una delegación de 37 diputados guatemaltecos. Y en horas de la tarde, el gobierno liberal nombró al doctor Alfredo C. Midence como director del Hospital San Felipe. Había para entonces, un clima de ansiedad entre algunos medios empresariales, por los efectos que tendría en el país, la emisión de un código de trabajo. Un sector del Partido Liberal, dirigido por Roque J. Rivera, había levantado la bandera contraria, aludiendo que, con la nueva normativa jurídica, se perderían muchos empleos y se alejaría la inversión privada. Pese a todo, el gobierno de Villeda Morales siguió adelante y turnó el proyecto al Congreso Nacional, que lo sometió a la discusión correspondiente. Un día después, el 19 de agosto del mismo año, “se inauguró la IX Conferencia del Episcopado de Centroamérica y Panamá, cuyos miembros fueron homenajeados en el Salón Azul de la Casa Presidencial por el Presidente Villeda Morales (Alexis de Oliva, Gobernantes Hondureños, pág. 45)

VI


El 11 de agosto de 1954, el diario La Época, órgano oficial del Partido Nacional que defendía la candidatura presidencial de Tiburcio Carías Andino y Gregorio Reyes Zelaya, publicó los versos siguientes bajo el título “A una figura decorativa de los dieciséis”:

A la presidencia quieren llegar

Williams con Filiberto

Su reformismo está muerto

En todito este solar


Por su ambición descarada

Ya lo dijo Plutarcón

Que Williams y Filiberto

No son más que “babosada”


A Chivás (1) quieren imitar,

Hasta en el modo de andar

La ortodoxia la confunde

Con ganitas de matar 


Ni sus paisanos lo quieren 

Porque no les ayudó

Cuando fue Vice y Ministro

Ni la mano les tendió


A Juan Manuel (2) no ha querido, 

es de balde que lo intente

lo que él quiere es la burra

y que lo admire la gente


Eleazar Vargas (3) acusa

Al reformismo desleal

Y él desde allá nos ayuda

Al triunfo Presidencial 


Ahora quieren implantar

El famoso terrorismo

Y nada podrá lograr

Pues es puro comunismo


A Nando (4) quisieron matar

Porque les da por escrito

Una parte al mayoral 

Y otra parte al pajarito


Faltan ya poquitos días

Y el pueblo está de frente,

Carías es el mimado

Y el futuro presidente


Los versos, de muy baja calidad; pero muy ofensivos, cayeron muy mal entre los lectores, especialmente los vinculados al nacionalismo que concurría, dividido, a esa justa electoral. Al general e ingeniero Abraham Williams Calderón, le acompañaba el general Filiberto Díaz Zelaya, como vice presidente en la boleta del Movimiento Nacional Reformista. Ese mismo día, en horas de la noche, el general Carías Andino, llamó por teléfono al general Williams Calderón pidiéndole disculpas por no haber impedido la publicación que, a él; le, parecía injusta y de mal gusto. 

    1) Político cubano, muy destacado que luchaba en contra de la corrupción

    2) Juan Manuel Gálvez, ex presidente de la República de Honduras

    3) Líder nacionalista de La Ceiba, muerto trágicamente mientras hacía campaña en Jutiapa. Padre del doctor Ángel D. Vargas

    4) Fernando Zepeda Durón, Director de la Época que había sido objeto de un supuesto atentado.

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